Los líos con las fiestas empiezan ya antes que la campaña de verbenas

j. v. lado / t longueira CEE / LA VOZ

CAMARIÑAS

BASILIO BELLO

Las fuerzas de seguridad anuncian permisividad cero, al margen de quien organice

05 abr 2018 . Actualizado a las 13:00 h.

Ante el declive de las zonas de movida nocturna de la comarca y de fuera de ella, el ocio nocturno se concentra en las verbenas, que en los últimos años se han regido por una observancia más bien laxa de las normas. Algo que las fuerzas de seguridad, según fuentes tanto Guardia Civil como policías locales, está cambiando y lo va a hacer aún más de cara a lo fuerte de la campaña verbenera que empieza ahora y se extiende más allá del verano. Esa intención de llevar un mayor control para evitar incidentes y minimizar las críticas vecinales ya ha dado lugar a los primeros conflictos, con algunas quejas en Carnés y A Ponte do Porto y, sobre todo, con lo ocurrido el sábado en Camariñas, donde la Guardia Civil acudió a pedir los permisos, nadie los presentó y no hubo fiesta, pese a que el instituto armado tampoco lo prohibió expresamente.

El Camariñas C. F., que organizaba la celebración con el ánimo de conseguir fondos para el club, ha explicado en comunicados difundidos a través de las redes sociales que sí tenía el permiso, además del seguro de responsabilidad civil y que con lo que no contaba era con la autorización para vender alcohol en la calle «un permiso que ningunha comisión de festas de toda Galicia ou asociación ten e que nunca se pediu». Es más, adjunta una puesta en conocimiento dirigida al Concello por su presidente, Vicente Carril, el pasado martes en el que se comunica la celebración de 22.00 a 04.00 horas, solo con un pinchadiscos, sin escenario de orquesta. Una comunicación que el club entiende como suficiente, pero que no es así, según fuentes de las fuerzas de seguridad, puesto que existe una ocupación de vía pública, la plaza del Mercado en este caso, y también estructuras móviles, como juegos infantiles, barras o un puesto para venta de bocadillos. Circunstancias que, entre otras, hacen necesaria una autorización como tal y no una simple puesta en conocimiento.

Nadie se personó

En cualquier caso, nadie llevó esos documentos al cuartel, donde los estuvieron esperando hasta las 20.45 horas, algo que en sí mismo ya puede ser motivo de infracción por no acceder al requerimiento de los guardias. Los agentes, siempre según este relato, se personaron en la plaza sobre las 18.15 horas, cuando un grupo de jóvenes colocaban las neveras. Preguntaron por alguien responsable de la organización, pero nadie se presentó como tal. Les indicaron que llamasen al presidente del club, que en esos instantes no estaba allí, y en un cuarto de hora aproximadamente no recibieron más respuestas concretas. Sobre las 20.00 horas volvieron y la infraestructura estaba desmontada. Minutos después en la plaza ya solo quedaban unos cuantos chavales jugando.

En definitiva, aunque no medió prohibición expresa de la Guardia Civil, y existía permiso -al menos así lo entendían desde el club- no hubo fiesta, lo que ha desencadenado multitud de comentarios, la gran mayoría de apoyo al Camariñas, en los que incluso ha terciado la concejala del BNG, Ilva Carril.

Si la intención de las fuerzas de seguridad, de llevar los controles a rajatabla, independientemente de la característica de la fiesta y de quien la organice, se mantiene -como parece que va a ser, porque guardias y policías saben que ahí tienen un ambiente muy propicio para los incidentes- las situaciones de este tipo no han hecho más que empezar.

La Festa da Xuventude carecía de permiso para su celebración, según Portos

A Festa da Xuventude de Malpica no disponía de los permisos necesarios por parte de Portos de Galicia para su celebración el Jueves Santo. En el ente público, dependiente de la Consellería do Mar, insistieron ayer en que el Concello sí solicitó en su día, en plazo y forma, las autorizaciones pertinentes para celebrar la sexta edición de esta iniciativa, pero le fueron denegados, bajo el argumento de la entrada en vigor en enero del nuevo reglamento por el que se prohíbe la celebración de este tipo de eventos en espacios públicos portuarios.

El Ayuntamiento presentó un recurso contra esta denegación a comienzos de la semana pasada, pero la falta de técnicos en Portos y de guardamuelles en Malpica, al tratarse de un puente festivo, impidió dar una resolución al respecto. En el Concello malpicán entienden que hubo un silencio administrativo por parte del ente público y, por tanto, que se daba luz verde a la fiesta.

Pero esta versión se contradice con la facilitada ayer por Portos de Galicia: «No hubo silencio administrativo, ni mucho menos. De hecho, desde el punto de vista meramente jurídico, Portos de Galicia tiene un mes de plazo para resolver de forma favorable un recurso, y dos meses si la resolución es negativa, pero en tres días no se resuelve un recurso de estas características y desde el punto de vista jurídico estamos en plazo». Por tanto, y a la espera de esta resolución, prevalece la primera decisión, que fue la de denegar los permisos. De la versión de Portos de Galicia se deduce que el Concello y la asociación organizadora actuaron por cuenta y riesgo. Sobre la posibilidad de abrir un expediente sancionador contra los promotores de la fiesta, en el ente público descartan hacerlo, «salvo que haya una denuncia al respecto, que entonces sí tendría que actuar».

Desde el colectivo Estádiga, coordinador de A Festa da Xuventude, explicaron en su momento que sí tenían autorización «do Concello» para llevarla a cabo. En todo caso, tanto Ayuntamiento como la asociación tenían suscritos sendos seguros de responsabilidad civil, en caso de que se produjera alguna incidencia. 

Restricciones más severas para celebrar eventos

Portos de Galicia publicó el jueves 5 de octubre del pasado año en el Diario Oficial de Galicia una resolución por la que se aprueban los criterios y procedimientos para autorizar la cesión de los espacios portuarios a la celebración de espectáculos públicos y actividades recreativas. El documento indica que quedan prohibidos aquellos festejos en las dársenas que no tengan un marcado carácter marinero, portuario o de gran arraigo y tradición. Los interesados tienen que solicitar los permisos, como mínimo, con dos meses de antelación a la celebración del evento.

Por ejemplo, el festival de Ortigueira, según Portos, sí se puede celebrar debido a que se trata de una iniciativa consolidada en el tiempo, al igual que el Naufraxio de Laxe por tener un carácter marinero o las procesiones del Día del Carmen, «pero una iniciativa como A Festa da Xuventude de Malpica no se puede celebrar por dos motivos: ni tiene carácter marinero ni un gran arraigo o tradición», argumentaron desde Portos de Galicia.