Una tesis doctoral analiza el valor como patrimonio del encaje con óptica feminista

Juan Ventura Lado Alvela
j. v. lado CEE / LA VOZ

CAMARIÑAS

BASILIO BELLO

Guadalupe Jiménez del CSIC describe como el franquismo lo recluyó y el fraguismo incidió en su parte folclórica

06 feb 2018 . Actualizado a las 18:20 h.

Seis años de estudio, de los que siete meses vivió en Camariñas, y decenas de idas y venidas desde Santiago, tanto a esta localidad como a Muxía, le han valido a la antropóloga cordobesa Guadalupe Jiménez Esquinas el sobresaliente cum laude por su tesis doctoral Del paisaje al cupero: una crítica feminista de la patrimonialización del encaje en la Costa da Morte, que acaba de defender en la Universidad del País Vasco (UPV).

La investigación, dirigida por Cristina Sánchez Carretero (CSIC) y Victoria Quintero Morón (Universidad Pablo de Olavide) concreta en casi 600 páginas divididas en ocho capítulos centenares de horas de trabajo de campo, realizado fundamentalmente en la Costa da Morte, pero también en Argentina, a donde se desplazó la autora para comprobar como las emigrantes, o bien mantienen la tradición o bien conservan sus piezas de encaje como «objeto de memoria».

Aunque las palilleiras son más bien un enganche, porque el asunto tiene bastante más de análisis social, antropológico y biopolítico -de hecho pensó en hacerlo con mariscadoras o rederas, pero le pesó la tradición familiar como trajes y modistas-, la tesis realiza un recorrido histórico por el encaje desde el siglo XVIII hasta la actualidad. Todo ello desde una óptica feminista y centrado en los procesos de patrimonialización que, como la propia investigadora explica, es el proceso en virtud del cual algo cotidiano pasa «a considerarse algo digno de ser preservado, de que no se olvide».

Jiménez, licenciada en Antropología Social y Cultural por la Complutense y máster en Igualdad de Género (CSIC-UIMP), se incorporó al Instituto de Ciencias del Patrimonio (INCIPIT) de Santiago, dependiente del propio Centro Superior de Investigaciones Científicas en el 2010 y actualmente es profesora asociada en la Facultad de Filosofía de la USC, desde donde ha centrado esta parte de su trabajo hacia la Costa da Morte.

Su análisis detecta claves que explican, por ejemplo, que a día de hoy el encaje siga sumido en la economía informal o como la aportación de las mujeres al sostenimiento de las familias y a la construcción social en su conjunto forma parte de lo que denomina «donaciones invisibles». Jugaron y juegan un papel fundamental en el mantenimiento de la cultura, la artesanía, las tradiciones... sin que eso les suponga un retorno acorde.

Cita, por ejemplo, su labor en las economías de subsistencia o como las pensiones de las abuelas -además de ejercer como cuidadoras de niños o mayores- permiten sobrevivir a muchas familias. Incluso ha hecho cálculos de a cómo sale la hora de trabajo de una palilleira, muy por debajo de cualquier precio de mercado, y como una pieza costaría más del triple si se pagase por ella lo que realmente vale.

No estaba perdido

Dentro del recorrido histórico pone de manifiesto como hasta los años 90 la tradición se daba prácticamente por perdida y como se ha ido patrimonializando a través de la Mostra, la escuela municipal de Camariñas y también el papel de personas concretas como María Jiménez. En esa labor de recuperación, lo que realmente detectaron en Camariñas es que el encaje no se había perdido, sino que las palilladas se habían disuelto para recluir los bolillos en el ámbito doméstico, algo que entronca directamente con el franquismo. También destaca como durante lo que denomina «fraguismo», los años de gobierno en la Xunta de Manuel Fraga, se impulsaron todo tipo de exaltaciones gastronómicas y de índole similar lo que, en el caso del encaje, hizo que se incidiese más en la cuestión folclórica que en ver esta artesanía como una verdadera actividad económica.

En definitiva, se trata de un acercamiento profundo a este emblema de Camariñas y de la Costa da Morte, que tendrá su plasmación también aquí, ya que la autora tiene previstas charlas el mes que viene en Muxía.