Las exigencias de los nuevos planes indignan a los colectivos marisqueros

Juan Ventura Lado Alvela
j. v. lado CEE / LA VOZ

CAMARIÑAS

DIEGO ALONSO FREIRE

El rechazo del recurso planteado por la cofradía encrespa los ánimos en Camariñas

13 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Primero fueron los buzos del longueirón de Fisterra, a raíz de los planes de seguridad. Después también la patrona mayor de Corme se quejó del nulo interés de las autoridades en resolver los verdaderos problemas del sector marisquero. Y ahora son los profesionales de Camariñas, quienes por boca de su vicepatrón mayor, Antonio Pasantes, denuncian las trabas que la normativa, expresada en los nuevos planes de explotación marisquera que entraron en vigor a principios de año, supone para su actividad.

El conflicto relacionado con cuándo pueden o no faenar por tierra en lugar de hacerlo a flote y con los cupos mínimos exigidos para mantener los permex, viene de lejos y ya la actual patrona mayor, Dolores Bermúdez, se refería a ellos en el año 2013. De hecho ella misma en representación de la cofradía presentó un recurso para este último plan que no ha sido tenido en cuenta.

Pasantes explica que los problemas son dos: cómo se decide cuando pueden trabajar a pie y que les exijan cubrir un mínimo de un 15 % de los días que tienen fijados en el plan para cada uno de los recursos específicos: percebe, navaja, erizo, algas... «A lei o único que di é que se pode ir por terra cando a situación do mar ‘impida ou dificulte’ traballar a flote. Por tanto a responsabilidade é do patrón baixo o criterio de Gardacostas. Pero o problema está en quen o decide e con que criterio, que debería ser igual para todos, pero non o é», se queja Pasantes ante una situación que ha provocado que la mayoría de sus compañeros tengan abiertas actas de sanción por este motivo. De hecho pone el ejemplo de un día concreto en el que mientras los inspectores levantaron actas en Camariñas no lo hicieron en Camelle, cuando se trata de zonas muy próximas y con características meteorológicas parecidas. Algo que, a su juicio, evidencia esa falta de un criterio claro al que atenerse.

En cuanto a los mínimos obligatorios ya hubo una reunión de los representantes provinciales de las cofradías de A Coruña y Pontevedra con la conselleira do Mar, Rosa Quintana, pero lo que trajeron fue una moratoria de un año, con lo que en la renovación de los permex de este 2018 debería aplicarse. «A explicación é que se fai para que evitar que se especule cos permex das embarcacións, o que non ten sentido ningún, porque se non habería que aplicarllo tamén ao polbo, aos miños, a todo e só se fai cos recursos específicos», señala Pasantes, quien entiende que esta situación «obriga aos armadores a depender dunha terceira persoa para poder acceder ao recurso, para poder traballar».

Por ejemplo, ahora hay muchos problemas para encontrar determinados profesionales, sobre todo submarinistas, y cubrir las plazas. Como es obligatorio tener un mínimo de tres tripulantes o trabajar abarloado (junto a) otras embarcaciones. En caso de no conseguir los trabajadores necesarios con todos los permisos preceptivos el patrón de turno se arriesga a que no le renueven ese permiso. Además, también se da la situación contraria: que un profesional vaya a pedirle trabajo y no poder dárselo precisamente por haber perdido ese derecho de pesca, o de extracción de marisco en este caso.

Todo ello conduce, a juicio de los mariscadores, a una mayor presión sobre determinados recursos, como evidencia el incremento en las capturas de percebe de los últimos años sin que haya crecido el número de percebeiros.