La Costa da Morte empieza a contar en el turismo del Imserso

Juan Ventura Lado Alvela
j. v. lado CEE / LA VOZ

CAMARIÑAS

FERREIRO

Por el momento son solo visitas de paso porque falta infraestructura para acogerlas

26 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El turismo asociado al Instituto de Mayores y Seguridad Social (Imserso) era hasta hace muy poco únicamente algo que sonaba en la Costa da Morte como el instrumento a través del cual los mayores de la zona salían hacia viajes de sol y playa como Benidorm y otros destinos similares del Mediterráneo. Sin embargo, dentro del auge de imagen exterior que ha alcanzado la zona, fundamentalmente a raíz de la catástrofe del Prestige, está sirviendo también como otro elemento más de atracción de visitas, porque cada vez se incluye más en los programas de los turistas de otras partes de España que visitan Galicia.

De hecho, en estos meses invernales fuera de temporada son ya frecuentes los autobuses que llegan desde las capitales para excursiones de un día por Fisterra, Camariñas, Muxía y otras localidades de las más visitadas de la zona. Eso sí, por el momento poco impacto tienen en las pernoctas, al margen de ejemplos puntuales como el Balneario de Carballo, que forma parte de los programas de Termalismo Social tanto del Estado como de la Xunta, por lo que ofrece estancias de 11 días con régimen de pensión completa en habitaciones dobles.

Como explica el gerente del Grupo Insua de Cee, Ricardo Darriba, a nivel de alojamiento este turismo no les repercute porque no lo trabajan, pero sí en cuanto al restaurante, «porque nos paran a comer o día que veñen facer a excursión a Fisterra». A su juicio queda mucho por hacer para que la Costa da Morte se convierta en un verdadero destino a este nivel «porque che esixen un número mínimo de habitacións bastante alto e só traballan con establecementos de tres ou catro estrelas», con lo que en estos momentos no existe en la zona una oferta de alojamiento suficiente para estos volúmenes de viajeros. De ahí que la gran mayoría de los grupos tengan como base Santiago de Compostela o A Coruña y luego se muevan por la comunidad con visitas puntuales de un día.

Eso sí, con todas sus exigencias y condicionantes, no deja de ser un camino a explorar de cara al futuro, más que nada porque funciona en los meses fuera de temporada. De hecho, este es el segundo gran objetivo del programa, después del de «mejorar la calidad de vida, la salud y la prevención de la dependencia». Está pensado para «paliar las consecuencias de la estacionalidad en el sector turístico del país», y de eso la Costa da Morte, aunque esté mejorando de manera clara en los últimos años, se encuentra muy necesitada.

José Luis Alves trabaja con su empresa como guía de estos grupos del Imserso, sobre todo en Galicia, y ve la comarca y la zona de las Rías Altas con «mucho potencial porque cada vez hay más demanda y enseguida se agotan las plazas». El principal atractivo que llama a los visitantes, con los que él trata a diario, es que «se trata de un destino espectacular», que además cumple con muchos de los requisitos de este tipo demanda: paisaje, ambientes tranquilos, patrimonio y buena gastronomía.

También desde la óptica local, al nivel de emisión de viajeros, tiene su interés porque hay seis agencias turísticas de Carballo, cuatro de Cee y una de Vimianzo incluidas en los programas, con lo que se encargan de vender este tipo de paquetes subvencionados a unos precios mucho más económicos que los del mercado tradicional, aunque eso sí, la actividad se concentra fundamentalmente en septiembre para todo el año.

FERREIRO

«Llevábamos tres o cuatro años pidiendo este destino y al fin nos lo han dado»

Juan Martínez Velasco y su esposa Paula Serrano Márquez, de Badalona, una ciudad industrial a 10 kilómetros de Barcelona, ya conocían Galicia pero esta es la primera vez que han tenido ocasión de visitar la Costa da Morte, a través de los viajes del Imserso de los que son usuarios habituales. «Llevábamos tres o cuatro años pidiendo este destino, pero no habíamos tenido suerte. Al final nos lo han dado y la verdad es que estamos encantados. Nos gusta muchísimo esto», explicaba Juan desde Camariñas, uno de los puntos de la comarca que han podido conocer, al igual que Fisterra, Muxía o Vimianzo, en un ambiente de compañerismo y relajación, porque, como dice, se dedican a pasear, ver lugares, «comer todos juntos y tomar una cervecita».