La bronca regresa al pleno camariñán a cuenta del proyecto de San Xurxo

Juan Ventura Lado Alvela
J. v. lado CEE / LA VOZ

CAMARIÑAS

BASILIO BELLO

Los opositores denuncian oscurantismo y destrucción de plazas de aparcamiento

19 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«A ver» y «¡por favor!» se convirtieron en las expresiones más repetidas por el alcalde de Camariñas, Manuel Valeriano Alonso, a medida que avanzaba el pleno extraordinario de ayer por la mañana, convocado para aprobar las obras del POS+ pero que, en realidad, sirvió para recuperar la bronca, y además de las gordas, entre gobierno y oposición. No es que estuviese desaparecida, pero se había dejado de escenificar en las últimas sesiones porque el PP no asistía o se iba nada más empezar, porque no reconoce la legitimidad del alcalde, y la concejala del BNG, Ilva Carril, también faltó a algunas de ellas.

Las obras fundamentales en cuestión son la calle Río do Prado, en la capital municipal; Nova y Porto, en Camelle, y A Covaliña y Sisto y Pións, en Xaviña. Pero de ellas poco o nada se habló porque el debate estuvo centrado en el entorno de la iglesia de San Xurxo, que van como complementario y que el gobierno entiende como un primer paso para mejorar todo el entorno, mientras los opositores las ven como un cúmulo de despropósitos. Denunciaron que el proyecto se mantuvo oculto, para ellos y para los vecinos, que se trata de sacar adelante sin información y, sobre todo, que destruye plazas de aparcamiento más que necesarias en un entorno en el que coinciden varios servicios importantes con grandes afluencias de gente en momentos puntuales.

El portavoz del PP, Mauricio Aufiero, explica que tuvieron la comisión el miércoles sin que hasta entonces supiesen del proyecto y sin que le fuese tampoco presentado a los vecinos, con lo que, desde su grupo, hablaron con numerosos residentes, sobre todo los más directamente implicados y están convencidos de que la mayoría del pueblo todavía no se ha enterado de en qué consisten las obras pese a que les afectan gravemente. «Ninguén o entende e nós tampouco lle atopamos lóxica. Estamos co que diga a xente e se falas con 20, 30 40 persoas e todas che din que está ben pois por suposto que teriamos votado a favor, pero non é así», asegura el edil, quien explica que no están en contra de que se arregle ese entorno, porque además llevan años pidiéndolo, sino de la forma en la que se pretende hacer. Más cuando el miércoles les presentaron un proyecto y ayer, aunque seguía siendo el mismo, la interpretación del gobierno, a raíz de las críticas, ya había cambiado. Cita por ejemplo el caso de las árboles de las aceras, que, según dice, el concejal de Obras les aseguró que iban ahí como refleja el plano y, sin embargo, ayer ya eran matizables.

Aufiero se quejó sobre todo en que se eliminan aparcamientos en un lugar en el que confluyen el transporte escolar, los buses de los encuentros deportivos, la escuela infantil, el cementerio y la iglesia en espera de una solución que puede tardar años. Y ya le parece surrealista la explicación del alcalde de que van a poner una señal para que se pueda aparcar sobre la acera en los funerales y en actos sociales.

La nacionalista Ilva Carril, que también se encendió en el debate, y que, al contrario que el PP no votó en contra sino que se abstuvo, incide en las mismas críticas, además de recalcar que la comisión que actualmente organiza las fiestas con esos cambios no tendría donde hacerlas. «Tiveron o proxecto seis meses arriba agochado e tráeno á ultima hora para que non dea tempo a nada. Eu non estou en contra de que se faga, o que estou en contra e do xeito que queren facelo porque non hai por onde collelo», aseguró Carril, que incidió en la necesidad del parque infantil, pero señaló que no se puede dejar el asunto de los estacionamientos en espera de unas fases posteriores que no se sabe si llegarán o no.

«Temos un plan conxunto para toda a zona pero hai que empezar polo que se pode»

Aunque en medio del barullo hablaron prácticamente todos, desde el alcalde hasta el concejal de la zona de Buría, José Manuel Canosa Campaña, y diferentes miembros de la oposición, fue el edil de Obras, Juan Carlos Canosa, el encargado de explicar el controvertido proyecto.

«Temos un plan conxunto para toda a zona -de feito xa no PXOM está cualificada como zona de equipamentos-, pero hai que empezar polo que se pode porque aí a maior parte dos terreos son da Igrexa. Tés que ter a dispoñibilidade do espazo para presentalo á Deputación e por iso decidimos comezar polo que é titularidade municipal», detalló Canosa, para quien el proyecto no es para nada la aberración que dicen los opositores sino todo lo contrario. Les permite dotarse de un segundo parque infantil en el pueblo, porque el otro es pequeño y está saturado, además de darle un nuevo aspecto a todo al entorno, con aceras más anchas y servicios, que no eliminan «as 40 prazas de aparcamento das que fala o PP e que non sei onde as ve ou como aparcan os coches, porque serán 15 como moito». En cualquier caso incidió en que se trata solo de una primera fase, que implicará en actuaciones posteriores la pavimentación del campo de la fiesta, también para aparcamiento, la construcción de una pista polideportiva, un parque biosaludable, las mejoras de las calles Brisa y Mourín y la apertura de la rúa Verónica, de origen privado y que está sin salida.

«Temos unha idea de conxunto. Penso que vai quedar bastante mellor do que está e por algún sitio hai que empezar», concluyó el edil.