La velutina en manos de los voluntarios

Juan Ventura Lado Alvela
J. V. Lado CRÓNICA

CAMARIÑAS

21 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Unos de los problemas más de actualidad y que pone en evidencia las disfunciones de los servicios de emergencia es la retirada de los nidos de avispa asiática. Salvo concellos como el de Carballo que tienen el servicio contratado a profesionales, en la mayoría de municipios realizan auténticos equilibrios para buscar soluciones. En principio, la Xunta, a través de la empresa Tragsa, se ocupa de su retirada, pero la realidad sobre el terreno es bien diferente. Un ejemplo reciente de A Ponte do Porto (Camariñas) ilustra la situación: el alcalde, Manuel Valeriano Alonso, recurrió a la Xunta. Pasó casi un mes y la solución no llegó, pese a que incluso hubo picaduras a niños. Los bomberos indicaron que no está entre sus competencias y el GES que era incapaz de acometer la tarea, con lo que Alonso, tuvo que recurrir, de favor, a su homólogo vimiancés, Manuel Antelo. Los profesionales soneiráns del antiguo Grumir, apoyados por el apicultor Daniel Gándara, solventaron el problema, y aunque Antelo dice que no tienen inconveniente en apoyar a nadie y menos a un municipio vecino, no cree que este deba ser el modo de actuar. «O nosos persoal son excelentes traballadores e estamos moi contentos co seu labor, pero tampouco son Superman», aclara.

Algo similar ocurre en Cee, donde, básicamente, es el voluntario de Protección Civil Pedro Lema el que se ocupa de esta tarea, con apoyos puntuales de otros compañeros. La semana pasada retiró más de media docena y ayer mismo por la noche tenía que ocuparse de un nido de abejas en A Pereiriña. Recientemente instruyó a los compañeros de Fisterra y también recibe frecuentemente avisos de Corcubión e incluso de Muxía. «Buff, teño lista de espera porque, claro, todo o mundo cho pide de favor. De favor si, pero chega un punto que é todos os días e eu tampouco vou deixar o meu traballo para ir quitar niños e menos cando hai xente cobrando por iso», se queja.

Además, este problema particular y otras muchas necesidades que se presentan especialmente en verano coinciden con un momento en el que las agrupaciones de Protección Civil tampoco pasan por su época mas boyante. Aunque cada municipio es un mundo y los hay donde funcionan perfectamente, así como otros que tratan de reactivarlas, caso de Vimianzo, también son cada vez más los concellos donde pierden integrantes activos y, sobre todo, capacidad operativa. De este modo cuesta encontrar gente formada y que, de manera totalmente altruista, esté disponible un día entre semana para determinadas tareas. De hecho, en la mayoría de casos, son trabajadores municipales los que acaban asumiendo estas tareas de manera más o menos voluntaria.