Algunos aficionados apuntan también a la venta fraudulenta en pescaderías y plazas de abastos

La Voz

CAMARIÑAS

16 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Aficionados a la pesca deportiva aseguran que el mercado ilegal de chipirones y calamares es algo habitual en la comarca. Algunos señalan que se abastecen a restaurantes de la comarca e, incluso, de la provincia, especialmente de A Coruña, donde cotizan al alza. Otros reconocen sin tapujos que venden su mercancía en pescaderías de la Costa da Morte. Y por supuesto en B y sin garantía sanitaria alguna. Luego ya se encargará el comprador de hacer la triquiñuela para que el producto pase desapercibido para las autoridades sanitarias y el comprador final.

Los calamares de potera dejan pingües beneficios en toda la cadena y las fuerzas de seguridad se ven desbordadas ante la magnitud de este mercado negro, que alcanza cotas inimaginables.

Una de las prácticas más habituales entre los que se dedican a esta actividad ilegal es sumar todas las capturas, se meten en un bidón, se venden al mejor postor y se reparten las ganancias. Eso sucede en el algunos puntos del puerto de Malpica, aunque no es el único. También ocurre en Sada, según reconoció un pescador.

Mientras, el Seprona realiza batidas por toda la Costa da Morte, en busca de pescado y marisco ilegales. Sucedió en el mercado de Camariñas hace un par de años, o en Vimianzo, donde detuvieron a una mujer por venta de mejillón con toxina, que provocó una intoxicación alimenticia a una familia de Braño que había hecho una paella con moluscos contaminados. Pero los medios de la Guardia Civil son muy escasos en comparación con el volumen de venta ilegal de calamar de potera y otras especies existente en la comarca.