La flota de Laxe busca estos días refugio en el puerto de Camariñas

Brais Capelán CARBALLO / LA VOZ

CAMARIÑAS

Diego Alonso

El primer gran temporal del año llega con el dragado de la dársena sin ejecutarse

01 feb 2017 . Actualizado a las 22:35 h.

Camariñas volverá a ser el refugio particular de la flota del puerto de Laxe hasta que mejoren las condiciones meteorológicas y se garantice la seguridad de los barcos en la dársena laxense. Desde ayer se está produciendo el trasvase de embarcaciones de unas instalaciones a otras, ante la ausencia de novedades en la ejecución del dragado de la dársena, que acumula tres años de retraso. Este mes se cumplieron tres años del temporal que provocara el caos entre la flota laxense. La madrugada del día de Reyes del 2014, el fuerte viento y el oleaje hundían el María Cristina y causaban serios problemas al resto de embarcaciones.

Esta noche todos los barcos de Laxe estarán ya amarrados en el puerto de Camariñas. Esta será la solución que se continuará aplicando hasta que se lleven a cabo los trabajos que garanticen la seguridad en la dársena, tal y como se ha confirmado desde la cofradía de Laxe. No es la primera vez que tienen que recurrir a las instalaciones vecinas en busca de refugio ante el mal tiempo, pues durante los últimos inviernos ha sido constante el flujo de barcos desde Laxe hasta puertos como el de Camariñas o A Coruña.

Desde la cofradía se sostiene que hasta que no se lleve a cabo el demandado dragado, no habrá otra solución más sencilla para la seguridad de la flota. Las actuaciones continúan en punto muerto, acumulando tres años de retraso desde su licitación y salida a concurso. La Xunta aprobó pocas semanas después de la fatídica noche de Reyes un plan integral que contemplaba un dragado de tres millones. En julio del 2014 ya hubo que retrasar esta obra debido a su «gran complejidad». Se trató de llevar a cabo en la primavera del 2015, pero tampoco fue posible. El año pasado, Portos aseguraba que el entorno del muelle comercial tiene una calificación de Zona Especial de Protección de Aves. Aquello fue lo último que se supo del dragado y desde entonces la Administración sigue a la espera.

Desde la cofradía local aseguran que, de seguir paralizada la situación, Laxe está abocado a tener «un porto deserto», con una flota de 41 barcos que amarran estos días en Camariñas.

Sesiones de control

La cofradía de Laxe y el Concello se reúnen mensualmente para actualizar el estado de los trabajos con responsables de la Xunta y Portos. En dichos encuentros están presentes miembros de la entidad marinera y representantes de los grupos de gobierno y de la corporación local. La última reunión fue el pasado noviembre y, desde entonces, no se ha vuelto a tener noticias para celebrar la siguiente.

Desde la cofradía entienden que la actuación del Concello es limitada en este ámbito, ya que debe de ser Portos de Galicia quien dé el paso y proceda al inicio de unas obras de las que dependerá el futuro más inmediato del puerto laxense, que ya se manifestó masivamente el pasado año en protesta por los retrasos en la ejecución del dragado de la dársena.