Los concellos comienzan a moverse para cobrar entrada a sus museos

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

CAMARIÑAS

Ana Garcia

Fisterra se une a Camariñas y en Vimianzo preparan un «proxecto ambicioso»

24 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

En cierto sentido, Man de Camelle fue un pionero a la hora de cobrar por acceder a su museo escultórico de toda una vida. Aquel euro (antes, moneda de cien pesetas) que pedía a los visitantes, a cambio de disfrutar de su trabajo onírico y reflejar las sensaciones producidas en una libretita, es todavía hoy la cifra icónica para acceder a algunas salas. Entre ellas, curiosamente, la que lleva su nombre, el museo y Casa da Cultura creado en su recuerdo en Camelle. Desde marzo del año pasado, cuando fue aprobado en pleno, ya se puede aplicar esa tarifa en el acceso a la sala, lo mismo que el Museo do Encaixe. En este caso, ya se había desde hace años, pero ahora con la cobertura normativa de una ordenanza, un paso que no había dado ningún concello de la zona, pese a que se anunció tantas veces.

El segundo en hacerlo ha sido el de Fisterra. Ya se sabía, desde que se aprobó en el pleno de octubre, pero ahora la ordenanza está vigente, desde que se publicó en el Boletín Oficial da Provincia del viernes. Es ahí donde vienen reflejados las tarifas. En el Museo de Pesca, el acceso costará dos euros, salvo que se sea titular del Carné Xove Euro >16, o se trate de visita de grupos: en este caso, un euro por persona.

Para las salas de exposiciones ocurre exactamente lo mismo: dos euros con carácter general, y uno con precio reducido.

En principio, la principal aplicación de esta cuota será para el Museo do Mar, en el Castelo de San Carlos. De momento, cerrado, «pero non tardará en volver a abrir», señalaba ayer Xan Carlos Sar, teniente de alcalde. Con el dinero del plan único de la Diputación podrán hacer frente a algunos de los gastos. Teme que con dos euros pueda ser menor la afluencia (ya había pasado en los tiempos de la gestión de Neria), pero también servirá para cubrir el mayor coste posible. Y, además, a la vista de lo que se suele cobrar por el resto de Galicia y de España, no es una cifra descabellada para el patrimonio que tiene y las explicaciones que el guía Alexandre Nerium.

A Sar también le gustaría aplicar la tarifa al faro de Fisterra, pero eso será cuando el Concello pueda gestionarlo, y de momento no ocurre.

En Vimianzo, el Concello trabaja en un «ambicioso proxecto», que incluiría el cobro de la entrada en el castillo, y a cambio el visitante recibiría una serie de servicios. Están en ello, explica el alcalde, Manuel Antelo, trabajando conjuntamente con la Diputación, pero «de momento» no hay plazos para su puesta en marcha.

En Zas, el acceso a las Torres do Allo es libre, gracias (también ocurre en el Forno do Forte de Buño) al convenio de la Diputación. Pero el regidor zasense, Manuel Muíño, indica que, si finalmente logran la transferencia de la propiedad (trabajan en ello), habrá que estudiar el cobro para entrar, y dar algo a los visitantes que le merezca la pena.

En Cerceda también lo tienen claro, pero al revés: allí, ni cobran por sus museos, ni lo harán. Y podrían elegir, porque funcionan tres: el de O Moucho, que es el más veterano; el Ecomuseo, y el de la minería, el más reciente. Una persona se encarga de los tres, pero avisando previamente de la asistencia, y generalmente con grupos y colegios.

Gasto

La gestión de los museos requiere contratos de personal y, en muchos concellos, no pueden o están limitados a determinadas épocas del año. La Diputación les da un soplo de vida con algunas ayudas. El año pasado, por ejemplo, repartió 87.000 euros entre los municipios de la zona. De esta cantidad, Carballo recibió 20.000 euros.