Los guardias de Camariñas despiden a un compañero, auténtico ejemplo de vocación

La Voz CEE / LA VOZ

CAMARIÑAS

Fernando López Barreiro falleció este viernes a causa de un problema cardíaco

26 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El fallecimiento por un problema cardíaco este viertes en Trujillo (Cáceres) del cabo primero de la Guardia Civil Fernando López Barreiro ha caído como una auténtica bomba entre sus compañeros del cuartel de Camariñas, que llevan trabajando con él desde hace aproximadamente cinco años, cuando regresó de una misión en Timor Oriental. Y es que López Barreiro, no era un miembro más de la plantilla, según lo recuerdan el resto de guardias. De carácter serio, reservado y un poco tímido, jamás se olvidaba de ellos cuando estaba fuera, que era bastante a menudo. Así, conservan polos que les trajo de Timor, camisetas, postales que les envió de Japón, Vietnam, China,... y otros muchos destinos, ya que le encantaba viajar. De hecho, sus últimas vacaciones de verano le llevaron hasta Irán, aprovechando que estaba estudiando árabe, para así sumarlo al francés y el inglés que ya hablaba y que le permitió estar destinado tres años en la embajada española de Washington. Lector empedernido y muy cinéfilo, su otra gran pasión era el aikido, arte marcial que le llevaba a Madrid, cuando venía a la capital algún gran maestro.

No solo entre los compañeros era apreciado, sino que dicen lo mismo agentes de la Policía Local, voluntarios de Protección Civil y otra gente que trabajó a su lado, porque estaba considerado como todo un ejemplo de vocación y un trabajador incansable. De hecho, en los días previos a su fallecimiento, coincidiendo con la oleada de robos en Camariñas y el entorno, estuvo participando de manera voluntaria en patrullas nocturnas para reforzar a sus compañeros que ayer se declaraban «consternados» y alguno todavía era incapaz de contener las lágrimas.