El verano está siendo muy malo para los que viven del campo, pero muy bueno para marineros y mariscadores. El tiempo seco ha hecho incrementar el número de turistas, por lo que se vende más marisco y, sobre todo, más caro. Además, la falta de vientos húmedos del sur ha hecho que por primera vez en muchos años la marea roja no haya llegado a la comarca. Camariñas cerró el sábado, aunque sí se puede recolectar navaja y longueirón, pero desde mediados de junio hasta ahora han podido trabajar sin problemas, justo lo contrario que el año pasado, cuando tuvieron toxina desde principios de julio y todo agosto. Este año recolectaron (desde el 15 de junio) 33.580 kilos de berberecho por el que ingresaron 219.568 euros, en tanto que en el mismo período del 2015 apenas sacaron 4.000 kilos, por los que percibieron menos de 20.000 euros.
También ha sido un buen verano para la agrupación que trabaja en la desembocadura del río Anllóns, a la que tampoco ha llegado la toxina. El año pasado tuvieron los bancos cerrados todo el mes de julio y la mitad de agosto, pero en las 25 jornadas que faenaron vendieron 24 toneladas de berberecho, según los datos de la Consellería do Mar. Este verano, han podido ir a la ribera 44 días, y han llegado a los 26.000 kilos. Pero lo mejor del caso es que el precio ha permitido que las ganancias fueran mucho mayores, porque la cotización media estuvo entre los 8 y los 9 euros, un 20 % más que el año pasado, lo que ha hecho que este año llegaran a los 208.000 euros de ingresos en lo que va de estío.
En Corcubión la zona cerró el último día de agosto, pero los mariscadores no han estado trabajando y en Baldaio solo han podido hacerlo cuatro días. Desde que empezó septiembre la laguna está abierta al marisqueo.