Colectivos sociales asumen el peso de la limpieza de las playas

Á. palmou CARBALLO / LA VOZ

CAMARIÑAS

Acciones como las desarrolladas ayer en Carballo y Camariñas alertan del deterioro del medio ambiente

12 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Sábado soleado y mes de junio. Dos factores que invitaban ayer a encaminarse hacia las playas, aunque no todos lo hicieran provistos de toalla y bañador. Gorras, guantes y bolsas para recoger residuos conformaban el equipo con el que colectivos diversos se dirigieron hacia varios arenales de la comarca para asumir una labor, la de limpiar las playas, que la mayoría de los municipios no pueden afrontar.

Una de estas acciones fue la promovida en el arenal carballés de Arnela, al que acudieron una docena de voluntarios en respuesta a la llamada formulada por la Cruz Roja para celebrar el Día Mundial del Medio Ambiente. Sus dos horas de trabajo se saldaron con medio centenar de kilos de plásticos, tapones y otros pequeños residuos retirados, según detalló Ana Veira. La responsable de la oenegé en Carballo explicó que se decantaron por ese arenal por sus reducidas dimensiones y porque carece de las atenciones en cuanto a limpieza que sí reciben las playas principales del municipio.

Esta situación se agrava en el resto de los ayuntamientos de la comarca, incapaces de hacerse cargo del cuidado del litoral. «A limpeza das praias é unha responsabilidade de todos. O cidadán non pode limitarse a dicir ?que limpe o concello? porque esa é unha postura cómoda que, ademais, non dá resultado. Hai que cambiar de mentalidade», explicaba desde la ensenada camariñana da Basa Xosé Manuel Barros, del colectivo Mar de Fábula, que junto a la Agrupación de Mariscadoras de la localidad promovió la limpieza llevada a cabo ayer y que dio continuidad a la acción similar desarrollada en ese mismo espacio hace un año.

En esta ocasión los 31 participantes -25 mariscadoras entre ellos- llenaron 58 sacos de restos diversos y de difícil recogida: cabos, plásticos, etcétera. Un provechoso trabajo que sin embargo demuestra al mismo tiempo la gravedad del problema. «É un traballo un pouco frustrante -señaló Barros- porque é como sacar area do deserto. Pero o importante é concienciar á poboación de que teña un comportamento responsable, empregue os contedores axeitados e evite que os residuos acaben no mar». Su diagnóstico coincide con el de la mariscadora Noelia Garrote, presente en A Basa junto a su hija Laura. «A natureza danos, pero tamén nos quita, así que temos que ser conscientes de que hai que coidala. Para nós é un medio de vida, pero é algo que afecta a todo o mundo». Además, Garrote pone énfasis en el papel de la administración: «É preciso que se involucre máis xente, pero tamén o concello».

«É preciso que se involucre máis xente e tamén o Concello»