Otra Semana Santa con el paso cambiado

Juan Ventura Lado Alvela
J. V. Lado CRÓNICA SOCIAL

CAMARIÑAS

25 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Las estampas de ayer por la tarde en el faro de Fisterra, en toda Camariñas y en otras muchas localidades de la Costa da Morte, son la confirmación definitiva de que el turismo está aquí para quedarse y generar riqueza, en lo económico pero también por lo que supone de intercambio cultural. Sin embargo, también evidencia que ni los poderes públicos ni los sectores empresariales más directamente implicados están todavía a la altura de este regalo de la historia, que se presenta como la última boya a la agarrarse para paliar el alarmante deterioro de los sectores agropecuario y pesquero.

La gran mayoría de los visitantes que estos días se encuentran en la zona, y que seguramente se cuenten por decenas de miles, se van a volver a sus casas, muy probablemente, sin saber que estuvieron en una de las comarcas de Galicia más ricas en patrimonio megalítico. Volverán sin tener más conciencia de que lo que significan los naufragios en la Costa da Morte van mucho más allá de lo que supuso el Prestige. Y seguramente regresen sin apenas nociones de quiénes fueron López Abente, Fernando Blanco o Ramón Caamaño, por citar tres nombres de una lista interminable.

Se irán pasando muy por encima de todo lo que significa esta tierra, porque si bien es cierto que estos días se les saca la telaraña a las puertas de muchos museos, sigue faltando una estrategia coordinada de valorización conjunta que haga, por ejemplo, que el venía con intención de pasar aquí dos días se quede tres.

El sector turístico sigue inmerso en la creación de entidades que, en muchos casos, responden más al interés concreto de los dos o tres que mueven los hilos por detrás que los cientos de profesionales a los que deberían representar. Y las acciones promocionales y de coordinación que llevan a cabo son tan exiguas que, como denunciaba hace unos días Martín Canosa, un fisterrán que algo sabe de esto, hacen que la Costa da Morte tuviese en la última edición de Fitur la misma consideración que la comarca del Deza.

Por si fuese poco, tal como advierte el edil ceense Plácido García entre otros, si algo hay consolidado como la ruta de los peregrinos Dumbría-Cee-Corcubión-Fisterra-Muxía. ya hay quien está dispuesto a romperlo para puentear a los vecinos de en medio con la ridícula idea de que así les tocará a ellos más parte del pastel.

En poco más de dos meses los institutos estarán cerrando el año académico para abrir un nuevo curso en el que ni siquiera existe ya la pretensión de que puedan incluir entre su oferta algún tipo de enseñanza relacionada con este sector. Es solo un ejemplo, pero visto el panorama parece que no va ser esta la última Semana Santa que nos pille con el paso cambiado.