La revolucionaria de la paquetería

Santiago Garrido Rial
S. G. Rial CARBALLO / LA VOZ

CAMARIÑAS

Yaiza Canosa, en su despacho madrileño, donde está la sede de la empresa.
Yaiza Canosa, en su despacho madrileño, donde está la sede de la empresa.

Un inversor privado inyecta 200.000 euros en el negocio de esta oriunda de la zona

14 feb 2016 . Actualizado a las 12:20 h.

Los apellidos no engañan: Yaiza Canosa Ferrío. Padre de Camariñas y madre de Sardiñeiro. El triángulo de la Costa da Morte se completa con Cee, donde pasó nueve años, tal vez los decisivos de la vida, ya que estudió en el Eugenio López y en el Agra de Raíces, justo en esa etapa donde se forman la personalidad y los amigos. No obstante, en este mundo cambiante y veloz, sus coordenadas vitales son más amplias, porque de hecho nació en A Coruña, en O Birloque; con 18 años se fue a Barcelona, y ahora reside en Madrid donde creó un proyecto que, en el futuro, y seguramente a corto plazo, dará mucho que hablar (ya lo está dando): la paquetería entre particulares. Es la directora y la fundadora. Ese proyecto se llama Goi. Sede en Madrid y seis personas trabajando. De momento, no cobran a los usuarios, porque de lo que se trata es de captar cuanto más mejor, fidelizarlos. Además, el negocio, que lleva varios meses de preparación pero solo uno y medio desde la puesta en práctica real, acaba de recibir un ayuda importante de 200.000 euros a cargo de Carlos Blanco, un emprendedor de esos que se conocen como business angel, que no duda en arriesgar su dinero cuando aparece algo que puede tener éxito.

Goi (en la web, www, letsgoi.com) tiene una mecánica sencilla: pone a acuerdo a los particulares que quieran enviar cualquier tipo de paquete. Si alguien tiene previsto un viaje en coche a Madrid, por ejemplo, puede ofrecerse para transportar algo. Tal vez haya quien desee enviar productos caseros al hijo o hermano que tiene en Madrid, así que debe registrarse y contar cuándo va y cuánto cobra. El interesado lo ve y, si le interesa, acepta. Rápido, y mucho más barato que las empresas tradicionales, aunque estas no están excluidas. Por ejemplo, pueden incluso aprovechar esta opción para completar algún camión. Todo está abierto. Este ejemplo es uno más de mil, porque mil, o dos mil, son las opciones. No hay que ir en coche. Tal vez alguien que vaya e AVE de Madrid a Barcelona se ofrezca para transportar un paquete. O alguien que viaje en avión a tal lugar y le quede espacio en el maletín.

Para ofrecer y recibir hay que darse de alta, aportar el DNI y un teléfono. «Todos los usuarios están identificados», explica Yaiza, para quien la seguridad es crucial. Además, quien lo desee podrá realizar valoraciones de la experiencia.

Necesidad personal

A Yaiza Canosa, que había trabajado en una empresa relacionada con la tecnología y el mundo audiovisual, se le ocurrió crear esta empresa precisamente para solucionar sus necesidades personales. Si le mandaban huevos de casa podían llegar rotos, o tarde. O con portes caros. «De esta manera, en seis horas puedo tener huevos frescos», define de manera gráfica. Aunque también los puede llevar ella, porque de hecho acude a la Costa da Morte, y en concreto a Cee, siempre que puede, cada mes o mes y medio.

Ahora está centrada sobre todo en «seguir creciendo». Goi va viento en popa, ya cerca de los 30.000 usuarios. La web es intuitiva y cómoda, una de las claves del negocio. En esa fase de crecimiento incluye la aplicación para dispositivos móviles, que espera tener lista en un par de semanas. De momento, solo se pueden gestionar los envíos desde el ordenador. También crece el radio de acción: España, pero también Andorra y Francia. Y más adelante espera ampliar horizontes. La otra clave es el ahorro, que cifra entre el 70 y el 75 % sobre un precio medio en mensajería, además de los nuevos ingresos que supone para el particular que acepta el envío.

trabajo

Yaiza dice que su empresa ofrece el transporte «más rápido del mundo». Un paquete, una caja, incluso una mascota.

Todo es negociable