La suerte regresa a A Ponte do Porto

CAMARIÑAS

La dueña del establecimiento, Celia Tajes, con los carteles que acreditan los premios entregados.
La dueña del establecimiento, Celia Tajes, con los carteles que acreditan los premios entregados. xesús búa< / span>

El bar Central reparte un premio de medio millón de euros de la Bonoloto

20 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Celia Tajes Marcote, la dueña del bar Central, mostraba ayer contenta el cartel que Loterías y Apuestas del Estado ya le había enviado para dar cuenta del premio que se había sellado en su local el día anterior: nada menos que 573.000 euros por ser el único acertante de los seis números de la combinación del día. Pero no le cogía por sorpresa. A su alrededor, y también en la barra, aparecen los anuncios de otros premios, como uno de 52.444 euros del año 2006, u otro del 2006 de 51.539. Pero, sobre todo, el recorte de La Voz con los 194 millones de pesetas (casi 1,2 millones de euros) que se llevó un vecino del municipio camariñán en 1993. Épocas en los que los millones de pesetas cundían más que ahora los euros y, sobre todo, Hacienda no se llevaba el 20 % de lo cobrado.

El caso es que, como resulta notorio, el premio de la Bonoloto era la comidilla ayer en A Ponte do Porto. El Central está situado, como bien indica su nombre, en una zona céntrica de la localidad, justo mirando el puente (desde hace casi 50 años), frente a la carretera que enlaza Vimianzo con Camariñas. Un lugar céntrico por el que necesariamente hay que pasar, cerca del Campo do Outeiro, por cierto, donde reside la persona de más edad de Galicia, con 110 años y ocho meses, y la cuarta de España. Otra suerte, sin duda, sobre todo con salud, como ocurre aquí.

El poseedor del boleto lo selló el martes e invirtió 3,5 euros, contaba la dueña. Es cliente habitual, pero no daba más datos. Pero a esa hora ya se había corrido por la localidad el nombre del ganador (ya el día siguiente en algunos ámbitos), aunque todos los consultados se apoyaban en el cauteloso matiz «se é que é el». Un hombre no natural de Camariñas, pero que ya lleva unos 20 años empleado en el municipio como técnico en un establecimiento comercial. Comentarios de quienes lo conocen: serio, trabajador, educado, reservado. Y soltero, pese que anda ya por el medio siglo. Ayer no fue a trabajar, seguro que tocaba arreglar papeles. Reside muy cerca, en el municipio vecino de Vimianzo, al que se llega cruzando precisamente el puente que se ve desde el bar.

La suerte ha sido generosa con este establecimiento, pero en general con la Costa da Morte. Basta recordar el reciente caso de Carballo, que un año más volvió a repartir décimos del Gordo de Navidad en la administración Alexandra, además de un segundo y dos cuartos en otras. Y no era la primera vez que se daba el premio más grande (la primera, inolvidable ya, en el 2007). La Lotería también llevó este año la suerte a Cee, con un décimo del segundo premio.

En la hemeroteca figuran muchos casos, casi como goteos, en los últimos años en la zona con la Primitiva (sobre todo) y la Bonoloto. En Baio cayeron dos grandes. Uno se fue a Traba, con casi mil millones de pesetas (seis millones de euros) en enero del 2001 a un grupo de vecinos, que agradecieron la «axuda» a la Virxe dos Milagros de la parroquia. Buen pellizco, pero lejos del Euromillones de Zas (45 millones de euros en el 2005). En el 2008 cayeron 1,3 en Corme. En el 2012, casi un millón en el bar Riveiro de Cerceda. En el 2006, 2,8 millones en A Ameixenda (Cee). Los que van de 60.000 a 200.000 euros son numerosos. Y los vecinos que siguen esperando que les caiga algo, también.