Piden 10 años de prisión para un cabanés acusado de matar a su cuñado con una barra de hierro
CABANA DE BERGANTIÑOS
La víctima, supuestamente, había intentado matar con una escopeta a su esposa y al autor del crimen
12 may 2023 . Actualizado a las 19:39 h.La Fiscalía solicita 10 años de prisión para José Rodríguez Martínez, de 85 años de edad. Está acusado de haber matado a su cuñado, José Calviño Lema, con una barra de hierro al tratar de defender, supuestamente, a su hermana, María, a su vez esposa del fallecido. Para el Ministerio Público se trata de un homicidio, aunque en su escrito también incluye un atenuante, el de «legítima defensa». El juicio, con jurado popular, se celebrará el jueves y el viernes de la próxima semana, a partir de las diez de la mañana, en la sala de la sección segunda de la Audiencia Provincial de A Coruña.
José Calviño Lema, conocido por Pepe Xandón, de 83 años de edad, murió sobre las diez de la mañana del 5 de junio del 2019 en el transcurso de una reyerta familiar, ocurrida en el lugar de A Rectoral, en la parroquia cabanesa de Corcoesto.
Se encontraba en esos momentos en el interior de la vivienda con su esposa, María Rodríguez Martínez, que tenía en el momento de los hechos, 82 años, y el hermano de esta, José, soltero, sin hijos y que residía con el matrimonio.
Según la Fiscalía, José Calviño Lema llegó a un galpón anexo a la casa que sirve, entre otras cosas, de gallinero, y supuestamente, trató de matar a su esposa y a su cuñado, con una escopeta por causas que no han trascendido. En un arrebato, José Rodríguez Martínez intentó arrebatarle el arma, dándole un manotazo. Acto seguido, según el Ministerio Público, José Rodríguez cogió, presuntamente, una barra de hierro de un metro de longitud con la que golpeó en la cabeza y de forma reiterada a José Calviño, con el objetivo, presuntamente, de defender a su hermana.
Tras consumarse el crimen, José Rodríguez Martínez fue detenido por agentes de la Guardia Civil. El titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Carballo decretó para el ahora acusado su libertad condicional a la espera de juicio, con la obligación de comparecer cada quince días en sede judicial.