Un vecino de Cabana logra el complemento de maternidad en la pensión, y retroactivo

Marcelino Gutiérrez Martín es palentino, de Cervera de Pisuerga, pero lleva ya unos años empadronado en Neaño (Cesullas, Cabana), donde tiene un piso y donde pasa largas temporadas. No solo en esta localidad, sino que recorre habitualmente toda la Costa da Morte, una comarca que lo atrapó porque le encantó y decidió quedarse en ella. Jubilado de la minería, oficio en el que empezó en su provincia con apenas 17 años, ha logrado que el Juzgado de lo Social número 1 de Palencia falle a su favor y le reconozca el complemento de maternidad en su pensión. Básicamente, un 10 % añadido a base reguladora por ser padre de tres hijos. En caso de ser dos, cobraría un 5 % más, y si tuviera cuatro hijos o más sería un 15 % añadido.

Aunque solo sea por la semántica, el hecho de cobrar un complemento de maternidad siendo un varón ya llama la atención para quien (la inmensa mayoría) sea ajeno a la legislación social. Incluso para los familiarizados con ella sigue siendo un hecho más o menos llamativo por lo reciente y porque la casuística aparece poco a poco en diferentes sentencias.

El complemento tiene su origen en una ley de enero del 2016 pensada para las mujeres para aportar un plus que, de algún modo, compensara la brecha en las pensiones al haber cotizado menos en función del número de hijos. Pero ese plus también fue solicitado por los hombres ante los tribunales, y llegó incluso al Tribunal de Justicia Europeo, que lo consideró discriminatorio hace casi tres años. Por eso el Gobierno español modificó la ley para adaptarse a esas instrucciones, y la nueva está en vigor desde febrero el 2021, hace casi un año justo. Ahora ya no se paga en porcentajes, sino que el complemento está en unos 27 euros por hijo.

Por tanto, para lograr ese 5, 10 o 15 % más en la pensión, la jubilación del reclamante debe haberse producido en esos cinco años, como es el caso de Marcelino, que entró en ella en septiembre del 2020. Decidió pedirlo al ver la noticia de un caso similar al suyo. Lo reclamó (hizo dos peticiones) ante el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), pero sin éxito. Así que contactó con el despacho coruñés de Caruncho, Tomé y Judel para que le llevaran el caso por vía judicial. Hace unos días, este pasado mes de febrero, el juzgado le dio la razón. No solo eso, sino que además obliga al INSS a abonarle ese complemento desde principios de diciembre del 2020 (puede tratarse de un error material, ya que la fecha exacta comunicada por el Estado es de tres meses antes, en septiembre, pues hasta entonces estaba prejubilado), por tanto con efectos retroactivos. Así lo marca la jueza, y así se había reflejado también en una sentencia del Tribunal Supremo. Y esa es realmente el principal logro.

De todos modos, aún no ha podido ejecutarlo del todo. Sí le han abonado el complemento, con fecha 31 de enero de este año, pero no aún los retrasos. Y ello es así porque desde el INSS han recurrido la sentencia, así que habrá que esperar a que sea firme.

Marcelino, que ayer pasó por Carballo, animaba a todos los hombres que cumplan los requisitos (da igual estar casado o divorciado, o la edad de los hijos, solo hay que estar jubilado) a que soliciten este complemento. El actual ya es muy inferior, pero, aun así, es una cantidad a la que no se debe renunciar, explica. No obstante, entiende que no todo el mundo puede o está dispuesto a gastar dinero para iniciar un pleito. En su caso, el gasto ya está de sobra compensado.

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