La capilla de San Fins se libró por centímetros de enormes daños

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

CABANA DE BERGANTIÑOS

ANA GARCIA

Dos árboles de grandes dimensiones se desplomaron sobre el templo, y muchos más lo hicieron en los municipios de la zona debido al temporal Miguel

08 jun 2019 . Actualizado a las 22:01 h.

La histórica capilla de San Fins do Castro, en la parroquia cabanesa de Cesullas, epicentro del lugar que acoge la mítica romería, quedó a pocos centímetros de sufrir enormes daños en su tejado y resto de estructura. Los fuertes vientos que trajo el temporal Miguel, cuyas alertas en Protección Civil se desactivaron a media mañana de ayer, se llevaron por delante dos grandes bidueiros situados casi al lado del pequeño templo, pero con tan buena fortuna que apenas uno de ellos rozó en parte el lateral de la capilla. En concreto, el lugar en el que suelen celebrarse las misas exteriores. «Se o queren facer así, para que caian evitando a capela, é case imposible», declaraba ayer el concejal Carlos Allo, impactado tras ver el estado del desplome. «Impresiona moito, porque se cae de fronte ou como parece que podía caer de xeito natural, desfán a capela. Se uns madeireiros quixesen facer como ao final pasou sería moi difícil», asegura. Recuerda un poco aquel desplome de un cedro centenario sobre la Praza do Concello de Carballo el penúltimo día del año del 2015: pese a su aparatosidad y a todo lo que podía provocar, fue a caer justo al único lugar en el que no hubo ningún tipo de rotura, apenas unos cables eléctricos sin importancia. En Cabana, como mucho rompieron dos tejas. Casi un milagro. Ahora, el Concello contactará con el párroco para decidir qué se hace. Lo más probable es que se tale la madera y habrá que decidir quién se la lleva.

Un reguero de incidencias a lo largo de la comarca

El desplome en San Fins fue el más llamativo, pero lo cierto es que el temporal Miguel se llevó por delante muchos árboles en la zona, y el matiz está en que lo haga casi a mediados de junio.

Las incidencias en la comarca fueron numerosas. En Carballo volaron algunas chapas en el colegio Bergantiños y hubo un desprendimiento en la calle Lérez. Cayeron varios árboles en Rus, Entrecruces y Berdillo, y un toldo en la avenida Milagrosa. El denominador común fueron los árboles: en el paseo marítimo de Sardiñeiro, en el colegio Areouta y unas ramas en la zona rural, además de un par de farolas.

En Muxía hubo que cortar cuatro, con mayor incidencia en la carretera de Berdeogas a Senande. En Camariñas cayó otro en la vía que da acceso al campo de fútbol desde la carretera de Vilán. En Dumbría, un árbol en A Boudañeira (Berdeogas). En A Laracha, apenas unas ramas.

En Zas, según informan (como el resto de los casos) Protección Civil y el Concello, cayeron árboles en Padreiro de Brandomil, en Quintáns de Gándara y en Meanos, además de dañarse algunas redes de alumbrado público.

Hasta 48 litros por metro cuadrado y temperaturas mínimas de 5,9 grados

En la última semana, sobre todo los dos días del temporal, entre el 6 y el 7, el tiempo ha sido muy variable, pasando en pocas horas de un verano cálido a un invierno duro como el que apenas ha habido este año. Esto ha sido así en general, corroborado por las mediciones de las estaciones que MeteoGalicia tiene en la comarca. Que, como tantas veces, permiten comprobar las grandes diferencias en viento, temperatura y lluvia que existen entre localidades muy cercanas: de Camariñas a Vimianzo o Zas, de Malpica a Coristanco o Rus. La mayor cantidad de lluvia se registró en el Couto de Muíño, en Zas, con 48,2 litros caídos el día 6. Ese día, en Rus, solo cayeron 32,7, y en Coristanco, 45, 2.

La mayor racha de viento se registró en A Gándara, Vimianzo: más de 126 por hora. En Rus no pasó de 36. En cuanto a las temperaturas, la mínima absoluta se produjo el jueves 6, en Coristanco, con 5,9 grados. La máxima, el día 1 en Rus: 30, 7 grados de verano.