«Un home ten que facer o que ten que facer», dijo el autor del crimen de Cabana al hermano de la víctima

m. lópez / T. Longueira CARBALLO / LA VOZ

CABANA DE BERGANTIÑOS

Minutos de silencio frente al consistorio de Cabana de Bergantiños
Minutos de silencio frente al consistorio de Cabana de Bergantiños BASILIO BELLO

Fue su propio hijo el que consiguió desarmarle: «Conseguiu quitarlle a pistola cando supostamente quería dispararse na cabeza»

14 oct 2019 . Actualizado a las 18:49 h.

La cosa no pintaba bien desde hacía tiempo para el matrimonio de Ana Belén y Julián. Ella no era feliz en el seno de la pareja y así se lo comunicó a su marido, pidiéndole el divorcio (trámites que nunca llegarían a iniciar). Él no se lo tomó bien y el domingo acabó con su vida disparándole tres tiros por la espalda con un revólver para el que no tenía licencia, y con sus dos hijos en el domicilio familiar.

El primero en llegar al lugar de los hechos fue un hermano de la víctima, José Iván Varela, que, alertado por su sobrino sobre las cinco de la tarde, salió corriendo de casa de unos familiares para acudir a la llamada de auxilio. «Chamoume o meu sobriño, dende o móbil da irmá, gritando: ‘Corre, corre, ven para a casa!’. Coñezo aos meus sobriños, son os dous moi tranquilos. Non me dixeron de que se trataba, pero ao falarme así xa imaxinei que cousa boa non sería», relata el propio Iván, miembro, además, de la agrupación de voluntarios de Protección Civil.

Durísimos momentos los vividos al llegar al domicilio de Ana Belén, en el lugar de Tras da Agra (Canduas, Cabana de Bergantiños): «Aparquei a moto e xa me encontrei á miña irmá tirada no recibidor da casa». Había tratado de escapar, huir de la vivienda, pero ya no le dio tiempo. Julián estaba en el interior, en la zona del salón, discutiendo acaloradamente con el hijo mayor de la pareja, quien anteriormente había logrado desarmarlo. «O meu sobriño conseguiu quitarlle a pistola cando supostamente quería dispararse na cabeza», relata Iván. El presunto autor del crimen pretendía también terminar con su propia vida.

Teléfono de atención a víctimas de violencia de género: 016

Una vez desarmado se centraron en dar atención a la víctima e iniciar el protocolo de reanimación mientras no llegaron los sanitarios (acudieron una ambulancia y un helicóptero de urgencia). Poco pudieron hacer por ella, ni unos ni otros, pues murió apenas instantes después.

Sorprendentes fueron, sin embargo, las declaraciones de Julián mientras aguardaban la llegada de la Guardia Civil (acudió una patrulla de Malpica primero, después se dio aviso a la Policía Judicial). «Mentres esperabamos díxome que me tiña aprecio pero que ‘tes que entender que un home ten que facer o que ten que facer’», explica el hermano de la víctima.

El suceso ya fue calificado por la Delegación del Gobierno en Galicia como un crimen machista. Numerosas concentraciones de repulsa se sucedieron a lo largo de la mañana de ayer en toda Galicia, y lo seguirán haciendo hoy mismo. En María Pita, en San Caetano, en la propia Delegación del Gobierno y en varios municipios de la Costa da Morte. El Concello de Cabana decretó un día de luto oficial y acogió, frente al consistorio, un minuto de silencio al que se sumaron miembros de otras agrupaciones de Protección Civil y familiares de la víctima.

«Polo carácter del xa intuías que o tema non acabaría ben, pero nunca imaxinas algo así»

Ana Belén era una mujer emprendedora, decidida y muy apreciada en Canduas. Trabajaba en la limpieza, aunque ayer mismo tenía previsto comenzar un nuevo proyecto en un taller de costura en Malpica. No le dio tiempo.

Según allegados de la familia, el detenido, que trabajaba en la instalación de pladur, habría solicitado a la empresa el traslado y, tras no poder obtenerlo, cogió una baja laboral. También explicaron que Julián tenía diagnosticada una depresión y que podría haber seguido a su mujer al trabajo en alguna ocasión. «Polo carácter que ten xa intuíamos que o tema podía non acabar ben, pero nunca te esperas que pase isto. Nunca pensas que che vai tocar así de cerca», dice José Iván.

Un primer análisis del cadáver determinó, según explicaba ayer el delegado del Gobierno, que fueron tres disparos, y no dos, los efectuados por el detenido, y que utilizó un revólver para el que no tenía licencia y del que se desconoce su procedencia, pese a que en un principio se especuló que podría haber usado una escopeta, ya que poseía una. El cuerpo de Ana Belén es velado en el tanatorio del Grupo Bergantiños en Ponteceso, de donde saldrá hoy a las 17.45 para la celebración del funeral en la iglesia de Cesullas. El detenido, por su parte, se acogió esta mañana a su derecho a no declarar.