Salve Rociera y música de gaita para la bendición de un cruceiro en Cabana

n. costa / x. a / LA VOZ

CABANA DE BERGANTIÑOS

BASILIO BELLO

Un matrimonio sevillano fue quien de conjugar tradición galaica y salero del sur

28 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La bendición de un cruceiro puede ser motivo de expectación si este símbolo religioso típico de Galicia es promovido por un matrimonio andaluz y en O Carballal, Cabana de Bergantiños. Un matrimonio sevillano fue quien de conjugar tradición galaica y salero del sur.

José Cobo Molina y Lola Fernández Martínez llegaron hace muchos años a Galicia y se enamoraron perdidamente de esta zona de la Costa da Morte. Tanta fue su admiración por Cabana que en 2005 decidieron comprarse una casa de piedra abandona en O Carballal, en San Fins do Castro, y la reformaron. Los dos querían quedarse en una aldea, «que salga a la calle y respire aire, ver el monte y la ría» comenta Lola. Ahora, la finca se llama La Doctora, en honor a Lola, que es médica. «Tenemos muchísima ilusión, parece que somos niños, chicos el día de Reyes Magos», dice la galena al admirar su cruceiro en el jardín delantero de su vivienda.

El matrimonio admiraba este elemento tradicional de la cultura gallega desde que llegaron, así que decidieron conseguir uno para su casa y completar así el tipismo. Aunque algún vecino allí presente apuntaba que para eso todavía les falta un hórreo.

La bendición del cruceiro fue todo un acontecimiento ayer en San Fins. Acudieron medio centenar de personas, la mayoría vecindario de la zona, pero también familiares venidos desde Andalucía para la ocasión. Incluso el arzobispado envió al canciller de Santiago, Elisardo Temperán, que presidió el oficio religioso.

En el acto, José Cobo tuvo palabras de agradecimiento para el artesano que esculpió la piedra de cantería. «Es un artista que tenemos aquí cerca y del que tenemos que sentirnos orgullosos», comentó refiriéndose a Francisco Pazos.

La mezcla entre la cultura gallega y la andaluza generó un clima especial. El cruceiro quedó finalmente bendecido con acompañamiento de la Salve Rociera interpretada por una de las familiares del matrimonio. Después sonó el himno gallego a la gaita.

La parte religiosa dejó paso a la más festiva, en la vecindario y amigos disfrutaron de una jornada de integración cargada de salero andaluz y poso atlántico gaiteiro.