Valientes en la pandemia: «Abrimos en Arteixo antes del inicio de la pandemia y ahora apostamos por A Laracha»

c. devesa CARBALLO / LA VOZ

A LARACHA

Ana Garcia

Alma Mía es un salón de tatuajes situado en la avenida Finisterre larachesa. Acaba de ser inaugurado. Al frente el estudio, María José Martínez

24 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Valientes y con las cosas muy claras. Así son los propietarios de Alma Mía que ayer inauguraron su salón de tatuajes en la avenida Finisterre de A Laracha. Un establecimiento que nace con mucha ilusión y en plana pandemia, circunstancia que no asusta para nada a María José Martínez, que está al frente del estudio. «El año pasado, justo antes del inicio de la crisis del covid, abrimos el local que tenemos en Arteixo. Ese fue nuestro segundo salón porque teníamos uno en A Coruña, que ahora hemos cerrado para apostar totalmente por A Laracha», indica la tatuadora, que recalca que a pesar del cierre por el confinamiento «nos fue mejor ahí que en el local coruñés, ya que ya hay demasiada competencia en la ciudad. Han abierto muchos estudios de tatuajes y el mercado se dañó. Sin embargo, aquí no hay casi locales de este tipo».

Sorprendidos por la acogida

Para ella las opciones en el municipio larachés son muchas, y de hecho en su primer día de apertura ya tuvo dos citas para tatuar y varias para consultar diseños y precios. «Atendemos bajo cita previa siempre para evitar que se acumule gente en el local y cumplir con todas las condiciones de seguridad ante el covid. Estamos muy contentos con la acogida que hemos tenido. Ya antes de abrir, desde que anunciamos en redes la apertura, nos comenzó a escribir mucha gente y vecinos de A Laracha empezaron a difundir la noticia través de las redes sociales».

Antes de dar el paso, analizaron las opciones de mercado y se percataron de que en Bergantiños no había mucha oferta. «Valoramos también Paiosaco, pero buscando encontramos este local, muy bien ubicado, y decidimos lanzarnos. Asimismo, pensamos en Carballo, pero ya hay cuatro o cinco estudios y en A Laracha no había ninguno». A pesar del entusiasmo, su apertura se retrasó por problemas en las instalaciones de los suministros, pero finalmente, con todo a punto, ya están trabajando. «Con la de A Coruña llevábamos tres años y, ahora mi marido se queda en la de Arteixo, en donde vivimos, y yo me pongo al frente de la de A Laracha con muchas ganas e ilusión», explica María José.