Aires renovados para la irreverente Mikaela

La Voz

A LARACHA

BASILIO BELLO

Cuatro jóvenes de Buño componen la nueva directiva de la asociación que organiza esta fiesta

26 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Esta Mikaela será especial. Y no solo por caer en 29 de febrero, sino por los aires renovados que imprimirán en ella la nueva directiva de la asociación organizadora, compuesta por cuatro chavales de Buño que se han decidido este año a tomar las riendas de esta irreverente celebración. José Ramón Lago, Alberto Añón, David Dourado y Adrián Rama se han afanado por recuperar el tiempo perdido en la renovación de la directiva, lo que acarreó un cierto retraso en la organización, para planear una Mikaela que no dejará a nadie indiferente.

Aunque mantendrá la esencia que la ha hecho tan popular, habrá cambios importantes, como el lugar de celebración de la verbena. Dado el significativo aumento de público de los últimos años, «practicamente non se collía debaixo da carpa no sitio no que se facía a festa ata agora», señala Alberto Añón. Por eso la han movido para detrás del centro comarcal, un espacio que, además de amplitud (unos 1.200 metros cuadrados, según los cálculos de los promotores), proporciona también más tranquilidad. Pues si la falta de espacio estaba siendo un inconveniente, las quejas de algunos vecinos por el alboroto hasta altas horas de la madrugada, también lo era.

Harán menos paradas en el recorrido que acompaña a la gran figura de la Mikaela hacia su quema final, aunque serán cada una de ellas de mayor duración. Y, además, habrá autobuses por medio de la plataforma somosfesta.com que harán el siguiente recorrido: A Coruña (1445), Arteixo (15.05), A Laracha (15.25), Carballo (15.45), Buño (16.00); y con vuelta a las 4 de la madrugada. El ticket con ida y vuelta cuesta 12 euros. «Queremos evitar que a xente colla o coche bebida e, ademais, así libérase espazo ao non haber tantos coches pola vila. O prezo é moi bo», señala Añón.

También habrá un punto de emergencias con ambulancias. «Nos últimos catro anos esta festa está indo moitísimo a máis; hai que ter ferramentas para controlar a tanta xente e que todo saia ben, de aí os cambios», concluyen.