Los romeros de Caión: «O que se lle foi pedindo, váinolo cumprindo»

Patricia Blanco
PATRICIA BLANCO CARBALLO / LA VOZ

A LARACHA

ZAIRA PALLAS

Milagres de Caión | Detrás de cada rostro, una historia, una petición: los romeros toman estos días las carreteras a Caión

06 sep 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Los caminos a Caión son estos días un ir y venir constante de romeros hacia Os Milagres. Ayer por la mañana, pasadas las diez, era posible contar hasta 40 tan solo en la carretera desde Carballo: grupos de jóvenes, parejas de mediana edad, ya veteranos... Detrás de cada rostro y de cada chaleco va un motivo, desde el religioso y de agradecimiento al de «tradición» o el más puramente festivo. «Este ano eu non tiña ningún ofrecemento, pero os outros si, e case sempre por motivos de saúde», contaba Yolanda Bello en la tarde del miércoles, justo antes de la misa de ocho. «Vimos dende os 12 ou 13 anos, e eu xa antes cando vivía en Berdillo. O que se lle foi pedindo, fóinolo cumprindo», añadía. Ahora hace el camino con su pareja, Manuel Naveira: residen en A Laracha y desde allí alcanzaron Caión en una hora y 40 minutos. Les tocó un final de niebla y algún chispeo de llovizna: «Non vén mal, tamén nos refresca», comentaba él.

ZAIRA PALLAS

«É que da Laracha practicamente vén todo o mundo», explicaba esa misma tarde Macarena Nión Rama. La vía a Paiosaco y Caión es de las más transitadas para la peregrinación y es esta una «tradición» que va pasando de generación en generación, como lo atestigua la propia Macarena, quien alcanzó el santuario con un grupo de cinco personas en el que también iba su hija, que acude desde hace dos años. No les fue duro el tránsito, aunque si tuviese que demandar algo, solicitaría para la vía A Laracha-Caión «unhas beirarrúas», por seguridad. «¿O noso motivo? Vimos por se algún día fai falta pedir algo», sopesaba la larachesa, decidida a seguir haciéndolo «os anos que poida».

Elena, natural de Santo Hadrián de Malpica, empezó a ir a los Milagres cuando se mudó a A Laracha, hace unos cuatro años: «Veño por unha promesa grande, e de momento vaise cumprindo». Los caminos siempre tienen un principio y a tres lustros atrás se remonta el particular peregrinaje de un grupo de compañeros de Hidroeléctrica de A Laracha: «Saímos ás sete de traballar, vimos á misa das oito e logo volvemos andando para A Laracha. Facémolo ao revés», detalla Carlos Villar. Natural él de la zona de Santa Comba, explica: «Eu non era de aquí e cando cheguei ao municipio -hace ya unos veinte años- Os Milagres eran como o máximo. Así que empezamos a vir e collémolo como tradición».

ZAIRA PALLAS

Buscan el día que mejor les va a todos: «Motivos cada un ten o seu: relixión, algo de deporte...»: una cosa no está reñida con la otra y también aprovechan para compartir un tiempo de ocio juntos. «Algún de nós pois ao mellor non cre, pero vén igual», contaba este pasado miércoles por la tarde.

ZAIRA PALLAS

A sus 18 años, Alba Pensado llegó caminando a Caión desde Meicende (Arteixo). Lo hizo con su amiga, Sandra Sueiro, y también con sus padres, Marisol y José Manuel. Ya ni se acuerda de la primera vez que lo hizo: «Era moi pequena». Sin poder articular de todo un motivo, se remite a la «tradición». Algo creen en lo que pueda hacer. La Virgen en el interior del restaurado santuario y la fuente de aguas milagreiras aguardan cada año por quienes ponen rumbo hacia allí, por cada motivo: quedan aún jornadas, en tanto que no se bajará a la iglesia parroquial hasta el domingo 15.