Chalecos reflectantes, multas y ciclistas, la preocupación de los mayores de A Laracha

Antonio Longueira Vidal
Toni Longueira CARBALLO / LA VOZ

A LARACHA

Ana García

La peligrosidad de las pistas y el déficit de visibilidad en las áreas rurales son los mayores riesgos habituales para los peatones

15 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

«¿Cal é a multa por non levar chaleco reflíctante pola noite?» «¿Teño que levalo se é día?» «¿Podo adiantar a un cuadriciclo ou un ciclista en liña continua?» «¿Pode un ciclista ir pola beirarrúa?» «¿Como teñen que ir os ciclistas nas estradas?». Estas fueron algunas preguntas formuladas ayer a la representante de la Jefatura Provincial de Tráfico, Rosa Mahía Neira, quien ayer impartió una clase magistral de normas básicas sobre seguridad vial. Se trató de una iniciativa llevada a cabo en la Casa da Cultura de A Laracha y a la que acudieron medio centenar de vecinos, en su mayoría, jubilados.

Por las preguntas efectuadas y las reflexiones dadas se notaba que gran parte de los asistentes residen en núcleos rurales, «onde gran parte das estradas carecen de beirarrúas e alumeado», señalo una asistente. Como respuesta, y de forma reiterada, Rosa Mahía recalcó que en aquellos viales que carezcan de medidas de protección «os peóns deberán ir sempre pola esquerda, de fronte aos coches, para ser vistos». La ponente analizó la diferencia de llevar, o no, chaleco u otra prenda reflectante: «Se a levan posta, un coche pode velos a 150 metros, senón, a 30 e sempre que non leven roupa escura». Y señaló que una parte importante de los atropellos se deben «a que os peóns non levan prendas reflíctante».

Debate

Donde sí hubo debate, y mucho, fue cuando salió a relucir la presencia de ciclistas en las carreteras. Hubo palos para todos: para los deportistas, para los conductores... Uno de los asistentes preguntó cómo deberían circular los ciclistas, «porque moitos van falando e en grupo en lugar de atender á circulación». Y es que la polémica está en la calle. «En Coiro é un perigo ir en bicicleta porque hai moita curva e a visibilidade é moi mala de noite», esgrimió otro asistente. Rosa Mahía dejó claro que «as estradas son de todos e entre todos temos que convivir e respectar os sinais».

En la Casa da Cultura también se habló del móvil y el cinturón de seguridad. Un asistente preguntó al respecto: «Se un amigo ou familiar que vai de acompañante no meu coche e non quere levar o cinto de seguridade posto. ¿a quen se multa?». La representante de Tráfico contestó que la infracción recaerá en el que infringe la norma, pero también hizo hincapié en las medidas de seguridad a adoptar cuando el ocupante es un crío. Como toda charla que se precia, la de ayer acabó con la entrega de chalecos reflectantes, que muchos se llevaron puestos para sus casas.

«Teño medo a camiñar pola estrada, o meu pai morreu atropelado en Carballo por un camión»

Reside en la parroquia larachesa de Golmar y ayer fue uno de los asistentes a la iniciativa coordinada por la Jefatura Provincial de Tráfico. «É a primeira vez que veño a este tipo de charlas e a verdade é que foi moi positiva», reflexionó Baldomero Ramos Mallo. Y añadió: «Vén ben vir porque algo sempre aprendes».

En su caso, no es muy amigo de andar por los arcenes de las carreteras y mucho menos de noche: «Eu prefiro coller o coche e ir coa muller ata o polígono. Alí temos seis quilómetros para andar sen ter que estar pendentes dos coches e da circulación». Y tiene motivos para ello: «O meu pai morreu atropelado por un camión en Carballo no ano 1981». José María Ramos tenía 61 años. Su hijo relató lo sucedido: «Viña de comprar un coche na Renault e foi andando ata onde tiña aparcado o seu. Camiñaba pola Vázquez de Parga e chegou ao cruce coa Gran Vía. Agora hai unha glorieta, pero antes había un simple sinal de ceda o paso». Según Baldomero Ramos, su padre se paró para hablar con un conocido que se encontraba dentro del turismo «fóra da estrada». Entonces un camión que realizaba un giro impactó contra su padre, que quedó empotrado contra el coche del amigo: «Sufriu lesións moi graves. Rompeu costelas, unha perna... Estivo 16 días ingresado no hospital en estado moi grave e morreu». También un hermano de Baldomero, presente ayer en la Casa da Cultura fue atropellado, en su caso, cuando iba en bicicleta en Carballo: «Un coche, cuxo condutor ía despistado levouno por diante».

Precisamente de los ciclistas también habló Baldomero Ramos: «Agora hai máis concienciación tanto de condutores como de ciclistas de que hai que compartir as estradas. De vez en cando ves algunha cousa, pero, polo xeral, respéctase moito máis as distancias». También habló de la mejoría de la seguridad vial con la puesta en marcha de varias sendas peatonales, pero él insiste en ir a lo seguro: dar una caminata por el polígono industrial de A Laracha.