El futuro de las doce reses de A Laracha dependerá de una resolución judicial

Antonio Longueira Vidal
Toni Longueira CARBALLO / LA VOZ

A LARACHA

ANA GARCIA

En la Consellería de Medio Rural dicen que llevan tiempo realizando un seguimiento de los animales

09 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El futuro de ocho vacas y de cuatro terneros que viven en condiciones lamentables en un galpón y una casa abandonada reconvertida en una especie de granja, en el lugar de As Cernadas, en la parroquia larachesa de Montemaior, dependerá de una resolución judicial.

Así lo confirmaron ayer en la Consellería do Medio Rural, donde dejaron claro que desde la Xunta se llevan realizando un «seguimiento» de las reses desde que el Concello, a través de la Policía Local, emitió un informe al juzgado de Carballo con copia a la consellería. «Tenemos constancia de que los animales no viven en unas condiciones adecuadas ni el lugar es el indicado para tener las vacas. Pero no es un caso tan sangrante, ya que se les da de comer de forma habitual y hay un compromiso por parte de una sobrina del dueño de darles de comer. Se trata, más bien, de un problema de higiene, sanitario y de bienestar animal, pero no por falta de comida», apuntaron en Medio Rural, donde dejaron claro que el futuro de los animales no depende de la Xunta: «Queramos o no, son animales que pertenecen a alguien y, por tanto, son propiedad privada de alguien y no podemos actuar así como así, sino a través de lo que nos diga un juzgado. También hablamos de una propiedad privada y no se puede entrar sin un permiso judicial». Y añadieron: «Tampoco hay establecido un protocolo estándar de actuación. En este caso, y si la Justicia indica que hay que actuar, lo más normal es que se hable con el propietario para que ceda los animales o los venda a otra persona que tenga una explotación».

Sobre si los animales pueden acabar en un matadero, en la Xunta lo ven poco probable a día de hoy: «Es un problema básicamente de higiene y de bienestar animal, pero las vacas y los terneros comen a diario porque así nos lo notifican tanto en el Concello de A Laracha como la propia allegada del propietario con la que se llegó al acuerdo de forma provisional. Los animales gozan de buena salud y, por tanto, en principio, no habría que sacrificarlos, simplemente hacer un cambio de titularidad siempre y cuando un juez o una jueza lo autorice».

En la Xunta negaron la versión de varios vecinos de As Cernadas, quienes criticaron la falta de actuación de los técnicos de la Administración autonómica que fueron a ver las reses «en varias ocasións nos últimos meses». «No es cierto, estamos pendientes de este caso, como de otros que suceden por desgracia en Galicia, debido, en la mayor parte de los casos al envejecimiento de la población y a la falta de relevo generacional».

Plazos

Sobre los plazos para resolver el problema, en Medio Rural solo indicaron que dependen de lo que determine el juzgado y a partir de ahí, se tomará una decisión consensuada con el Concello, el dueño y la persona encargada de cuidar las reses.

El dueño sufrió la amputación de un dedo y seguirá ingresado toda esta semana

El Concello de A Laracha fue el que puso la voz de alerta. Lo hizo tras presentar una denuncia una persona vinculada al propietario de las reses. A partir de ese momento el equipo de gobierno, encabezado por José Manuel López Varela, ordenó a la Policía Local la realización de un informe. Estas diligencias fueron remitidas, el pasado día 5, al juzgado de Carballo y a la Consellería do Medio Rural, que, tan pronto recibieron la notificación, se pusieron en contacto con el Ayuntamiento.

De forma paralela, en el Concello trataron de hablar con el propietario, que tuvo que ser ingresado de urgencia el pasado viernes debido «a que sufriu a amputación dun dedo e aínda quedará ingresado no centro hospitalario toda esta semana», apuntaron fuentes municipales.

De hecho, al tratarse de una persona que reside sola, se le dio traslado a Servizos Sociais para que se hagan cargo de este caso y analicen la posibilidad de que reciba alguna ayuda: «Serán os técnicos os que digan como se lle pode axudar».

Lo que sí tienen claro en el Concello es que este hombre, de 76 años de edad, «non está capacitado para atender as reses como marca a lexislación» y entienden que lo mejor es que sean vendidas a un particular, pero, como la Xunta, tienen claro que será la Justicia la que tenga la última palabra. Hasta entonces, desde el gobierno local «seguirase con moita atención todo o que poida xurdir e remitirase tanto á Xunta como ao xulgado».