Un comercial de telefonía exhibe sus genitales en el piso de una vecina en A Laracha

Una vecina de A Laracha se lo pensará dos veces la próxima vez que algún comercial le pida un vaso de agua. E. Y. C. L. -de cuarenta años y residente desde hace cinco en A Laracha- se ha hecho eco de un caso de exhibicionismo por parte de un empleado de una compañía de telefonía que visitó su piso para hablarle de nuevas tarifas.

Según relata ella misma, el supuesto comercial le pidió un vaso de agua y cuando la mujer se dirigió a la cocina (muy próxima a la puerta de entrada) a buscarlo, el empleado ya la había seguido hasta allí. «Con la corriente de la ventana, que estaba abierta, se cerró la puerta de la cocina», dice la mujer.

El hombre prosiguió con sus explicaciones, aunque acercándose cada vez más a esta vecina de A Laracha, que, al sentirse incómoda por la cercanía y bajar la mirada, observó como el comercial se había bajado la cremallera del pantalón y sujetaba el pene con las manos. «No soy consciente del momento exacto en el que lo hizo, porque estaba atendiendo a lo que me decía de las tarifas, pero cuando lo vi me quedé helada. No sabía como reaccionar, pero al final me armé de fuerza y le grité que se fuera de mi casa», relata la afectada, que afirma haber presentado una reclamación a la compañía, que se niega a facilitarle la identidad del empleado a no ser que haya una denuncia de por medio.

«Él me preguntó si me había molestado lo que había hecho, y al final acabó por irse», añade la mujer, que aunque vive con su pareja y con su hijo, en ese momento ninguno de los dos estaban en el domicilio familiar, pues uno estaba trabajando fuera, y el otro, estudiando.

Pese a que el individuo se presentó en el momento de timbrar, dice la mujer que es incapaz de recordar su nombre. Se está planteando presentar una denuncia ante la Guardia Civil, y hasta ha guardado el vaso del que bebió el comercial, pero por el momento no ha tomado ninguna decisión.

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