El fútbol lo llevan en los genes

Melissa Rodríguez
melissa rodríguez CARBALLO/ LA VOZ

A LARACHA

BASILIO BELLO

Estos gemelos comparten la pasión futbolera, con posición y capitanía incluida, pero en distinto equipo

24 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La pasión por el fútbol es tan grande que incluso puede ser genética, como en el caso de los hermanos gemelos Martínez Dubra, de Montemaior, en A Laracha (1991), que comparten deporte, incluso defendiendo la misma posición, pero en distinto equipo.

El más mayor, por 10 minutos exactos, Iván, juega con el Laracha en Tercera División, mientras que Diego, en el Club do Mar de Caión, en Segunda Autonómica. No obstante, aún separados, desempeñan las mismas funciones: capitanes y centrales.

Trayectoria

Como no podía ser de otro modo siendo hermanos del mismo sexo, empezaron a jugar al fútbol juntos. Fue en el segundo año de alevines, esto es, con 11 años, en el Laracha. Luego, pasaron por todas las categorías en el mismo club hasta terminar la de cadetes, que fue cuando se cambiaron para el Cerceda. «Foi o adestrador Manuel Mosquera quen nos levou para alí», cuenta Iván. Así, hicieron los tres años de juveniles y después estuvieron dos con el equipo sénior. No obstante, entre medias, recuerda Iván entre risas: «No último ano de xuvenís, tivemos unha oferta do Bergantiños cando ascendeu a nacional. Nós queríamos ir pero non nos deixaron marchar».

Fue en el año 2011, cuando Manu Mosquera comenzó a dirigir al Laracha y se llevó en el saco a Iván. Pero a mediados de la pretemporada, le faltaba la otra mitad, y se trajo a Diego también. El hermano mayor recuerda esa campaña como en la que más minutos jugó. No obstante, al menor le ocurrió justo lo contrario, por lo que tomó la decisión de marcharse. «O Caión, por aquel tempo, estaba en Primeira cun bo equipo, e o adestrador, Repi, chamoume. Fun, e fixemos unha moi boa temporada. Quedamos cuartos», recuerda Diego.

Seis años igual

Y lo cierto es que desde ese año, el 2012, ni el uno ni el otro cambiaron nunca más de colores. Hasta en eso coinciden también. Así, para Iván esta será la octava campaña con el Laracha y la tercera consecutiva como capitán, mientras que Diego afronta este año la séptima con el Club do Mar y la segunda al frente. No pasa nada, pues como dicen ellos «son clubs veciños».

Iván jugó toda la vida de defensa, bien de lateral o bien de central, mientras que Diego, como dice su hermano, fue más «polivalente». Así, estuvo siempre de delantero o incluso de interior. Pero desde hace tres temporadas, acabó recalando en la misma posición que su hermano, de central. «Ao ser irmáns, entendiámonos moi ben xogando. Pero hai tanto tempo que non o facemos xuntos, que xa non recordamos como era», dice Iván, a lo que su hermano gemelo añade: «Témolo pasado moi ben. Iamos da man a todos os sitios xa dende a casa».

Seis campañas se cumplen ahora sin compartir la camiseta. Sobre cómo fue la separación, comenta Diego: «Eu entendín que el tiña que seguir no Laracha porque o estaba facendo moi ben, e que eu necesitaba un cambio para poder seguir medrando», a lo que añade Iván: «En realidade, seguimos moi ligados, porque eu estou pendente dos resultados do Caión e Diego dos do Laracha; eu vou ver a Diego e el venme ver a min; eu son socio do seu club e el do meu e ás veces incluso coincidimos no campo cos adestramentos». Ambos confiesan que entre la preparación con sus equipos y el trabajo -Diego de auxiliar de Policía Local en A Laracha y opositando e Iván de administrativo contable en una gestoría en A Coruña- tan solo les queda tiempo en verano para «darlle uns toques ao balón na praia».

El trofeo de las fiestas patronales del Concello, la cita que los enfrenta cada año

Al militar en distintas categorías, las posibilidad de enfrentarse de forma oficial no es una opción, salvo en alguna Copa Deputación por casualidad. No obstante, hay una cita marcada en el calendario que los enfrenta cada año: el trofeo de las fiestas patronales del Concello. La nueva edición fue apenas hace una semana, y los gemelos jugaron los 45 minutos del choque en el que fueron rivales. «Sempre te fixas no que fai o outro, en como está xogando, pero céntraste no teu, en como sacar o partido adiante», dice Iván.

No obstante, en este último duelo tuvieron una anécdota: «Nunha xogada de ataque, Diego incorporouse. E como lle leva moita idea gritar, díxenlle: ‘Cala un pouco, ho’». El hermano pequeño confiesa que incluso se le pasó por la cabeza hacer la broma de intercambiarse las camisetas: «Como xusto chegamos xuntos ó campo, comenteillo ao meu adestrador. Pero pensamos que igual non era boa idea [ríe]».

En casa hay derbi y clásico

Iván asegura que la gente que los conoce los diferencia bien, pese a que físicamente son muy parecidos. No obstante, hay otros aspectos que ayudan a saber quién es quién, como por ejemplo, que Iván es del Dépor, y también del Barcelona, mientras que Diego es del Madrid «cerrado», así como del Celta. Por si ya había poco fútbol, en esta casa hay también derbi gallego y clásico. «Vemos os partidos con moita emoción e cun pique bonito de ver quen gaña, sobre todo nos derbis», apunta Iván.

Que sea por muchos más años jugando los dos.