La falta de civismo y aseos llenan la zona de excrementos y orines

Cristina Viu Gomila
Cristina Viu CARBALLO / LA VOZ

A LARACHA

BASILIO BELLO

El calor hace que las micciones humanas y animales se hagan más evidentes

07 ago 2018 . Actualizado a las 12:25 h.

El calor ha empeorado un problema que no es nuevo en absoluto, pero que con bajas temperaturas pasa más desapercibido. Los orines de los perros en las calles de la Costa da Morte se han hecho estos días más presentes que nunca, pero los propietarios de los canes no son los únicos responsables de que en algunas rúas la situación sea muy desagradable.

Muchas veces, el molesto olor a orines procede de micciones humanas. En toda la zona hay fiestas y conciertos, pero son muy pocos los casos en los que las comisiones o los concellos alquilan aseos. En Muxía, por A Barca, hay una veintena de váteres públicos. «Temos xente que se ocupa deles. Gastamos unha barbaridade niso», explica el alcalde, Félix Porto, aunque reconoce que en ocasiones la afluencia de personas es tal que se hace difícil mantener el servicio en buenas condiciones. En algunas celebraciones, los aseos están bien y en otras resultan inutilizables. Hay concellos que calculan que la hostelería realizará la prestación y se acaban encontrando con que la gente orina y defeca donde puede, incluso en pleno centro urbano.

Curiosamente, entre las obligaciones de los organizadores de fiestas no figura el alquiler y mantenimiento de servicios higiénicos.

Repunte

Sin embargo, son los dueños de mascotas los que más problemas provocan. No hay concello que no se haya visto afectado, desde Fisterra hasta A Laracha. En todos los casos se ha notado un repunte en la presencia de heces y orines en las calles, tal vez porque cada vez es más habitual tener perros en los cascos urbanos.

La nueva legislación sobre bienestar animal puede facilitar el control de esta situación, que se hace muy difícil para los Concellos. El hecho de que el chip sea obligatorio facilita la identificación del propietario a la hora multarlo por este motivo. En Carballo la Policía Local ha puesto ya varias multas a dueños de canes, aunque todas ellas han sido por falta de identificación.

Varios concellos han endurecido las sanciones, pero los resultados todavía están por ver 

El principal problema de la presencia de heces animales en la calle se da cuando se concentran en parques infantiles y zonas de paseo, lo que ha ocurrido en Carballo y A Laracha, donde decidieron el pasado mes de mayo endurecer las sanciones al apreciar mayor presencia de canes sueltos en áreas de juego. Así, en el municipio larachés, la multa mínima es de 50 euros y en Carballo la máxima llega a los 1.200.

En todos los municipios hay lugares más afectados que otros. En Malpica los vecinos se quejan por el estado del callejón que hay entre la cofradía de pescadores y la iglesia parroquial. También hay concentración de excrementos animales en el puerto, tanto en la zona del martillo como detrás de la nave de rederas.

En Carballo, la principal preocupación es el Bosque do Añón y, en general, el paseo a lo largo del río, tanto en dirección al puente de Bértoa como, por el lado contrario, hacia el Muíño do Quinto.

En Muxía, el alcalde señala que las zonas portuarias son las que más afectadas están, en tanto que en Camariñas, la cosa está más repartida, pero también hay mucho en el dique. 

En Fisterra, la asociación de vecinos ya reclamó medidas al Concello a principios de año. Ahora la cosa es más complicada porque hay mayor número de peregrinos, algunos de los cuales llegan acompañados de canes. Desde el Concello confiesan que la gestión de animales que no tienen dueño se ha convertido en un problema. En las acampadas en la playa de Mar de Fóra, que han tenido que ser levantadas varias veces, casi siempre había perros.