El temporal destrozó un pantalán de Corme, rompió barandillas y dejó suciedad
19 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.El temporal Evi, que representó una continuación de sus hermanos Ana y Bruno, no dejó, por suerte, graves incidencias en la Costa da Morte, salvo imágenes impactantes provocadas por las olas de ocho y nueve metros de altura. Pero la resaca de esta primera alerta roja del año sí tuvo su propio sello en el litoral. El más visible y destacable, en Corme, donde uno de los pantalanes en el que se amarran las embarcaciones de pequeña eslora quedó convertido en un amasijo de hierros. Los brazos de atraque acabaron completamente dañados coincidiendo con la pleamar de la madrugada de ayer. En A Ermida, el mar arrojó a la playa un enorme trozo de metal. No muy lejos de allí, en Riás, Malpica, los desperfectos más visibles fueron los del paseo de madera. En el puerto malpicán, los trabajadores se afanaban por limpiar los restos del temporal desperdigados por el muelle.
También en Caión hubo desperfectos. La escalera de madera que da acceso a la playa de As Salseiras desde el paseo marítimo, sufrió daños, así como la rotura de alguna barandilla del paseo. El alcalde, José Manuel López Varela, y el edil de Obras, Jesús Souto, mantuvieron una reunión con personal de Portos para evaluar los daños y proceder al arreglo a la mayor brevedad posible. En el resto de muelles lo más destacable fue el trabajo de limpieza para retirar las redes, plásticos y otros residuos que Evi trajo del mar.