Baldaio y A Laracha pudieron tener el aeropuerto que se fue para Alvedro

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

A LARACHA

ANA GARCIA

Ambas opciones contaron con defensores importantes, pero ganó la de Culleredo

22 ene 2017 . Actualizado a las 22:18 h.

El aeropuerto de Alvedro pudo haberse construido en A Laracha o en Baldaio. Esas tres ubicaciones fueron las finalistas de una terna más amplia (Arteixo, A Zapateira, la Ría do Burgo...), con anteproyectos y estudios realizados por técnicos, y defensores importantes de unos y otros. Del de A Laracha, sobre todo, el ingeniero Eduardo Vila Fano, que trabajó en muchos puertos de la zona. Del de Baldaio, Francisco Iglesias Brage, pionero de la navegación aérea en Galicia, coronel jefe del Servicio de Obras del sector aéreo de Galicia. Y de Alvedro, numerosos políticos de A Coruña y del Gobierno español, además de otros técnicos, y finalmente ganaron. No fue fácil: más de una década de estudios y debates, y otra más para obras, desde que se aprobaron en 1953, hasta que terminaron en el 63. Un proceso casi novelesco, que ha investigado en detalle Manuel Fiaño Sánchez, exfuncionario de la Diputación, quien publicó un amplio análisis (aquí se extraen muchos datos) en el Anuario Brigantino y ha compilado documentos de varios archivos.

El aeropuerto larachés (el estudio se realizó entre los años 43 y 44) estaría entre Lestón y Torás, en una amplia llanura. El anteproyecto preveía cuatro pistas: una de 2.000 metros de largo por 300 metros de ancho; otra de 1.700 por 250; otra de 1.250 por 300, y la cuarta de 1.350 por 300. Las pistas ocuparían 122 hectáreas, expropiando 180 en total, con un movimiento de tierras de 1,4 millones de metros cúbicos (30 millones de pesetas costaría este movimiento). Pasó varios trámites, hasta que el 24 de julio el ministro del Aire, Gallarza, visitó los terrenos y descartó el emplazamiento.

Dio varias razones (coste, movimientos de tierra, distancia de 22 kilómetros a A Coruña) que Vila Fano desmontaría punto por punto en un extenso, técnico y detalladísimo artículo publicado cuatro años más tarde en Empresa. Revista Económico Social, cuyo título del párrafo final es muy claro: «Laracha, única solución». Pero no le harían caso. El anteproyecto del aeropuerto de Baldaio se elaboró en 1948 por el ingeniero José Farias Márquez, que también hizo el de Alvedro. Se citan las marismas, pero el emplazamiento afectaría sobre todo a la playa.

Pista sobre las marismas

El redactor analiza varias posibilidades: una primera con dos pistas y numerosas soluciones parciales, y otra con la construcción de una única pista sobre las marismas. La primera, de 1,8 kilómetros de largo, y la otra, en 1,5 kilómetros, con un ancho de 250 metros en ambos casos. Costaría 125 millones de pesetas con las dos, y 60 millones, con una sola. El Ayuntamiento de A Coruña defiende Alvedro ante el Ministerio, pero reconoce las cualidades de Baldaio: «Tiene la ventaja de su proximidad al mar, y el lugar del emplazamiento (playa de 6 kilómetros) proporcionaría condiciones excepcionales para los vuelos transoceánicos, constituyendo un aeropuerto de costa inmejorable, sin nieblas en altura, tan frecuentes en Galicia», pero opta por Alvedro por cercanía y menor coste, según recoge el análisis recopilado por Fiaño.

Iglesias Brage, en una comunicación de 1958 al Ministerio del Aire, dice que el coste del Alvedro será mucho mayor al estimado (lo fue) y que además solo se podrán hacer dos pistas, de 900 y de 650 metros. «Creo que con estos datos a la vista puede desecharse de antemano este lugar como posible aeropuerto», escribe. El alcalde coruñés, Molina, también escribe al Ministerio abogando por la opción de Alvedro. Ganaría, ya se sabe.