El número de curas en la Costa da Morte cae a mínimos históricos

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

A LARACHA

XESÚS BÚA

Hay solo 42 sacerdotes para 157 parroquias, 14 menos que hace 7 años

08 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Nunca ha habido tan pocos curas en activo en los municipios de Bergantiños, Soneira y Fisterra, además de Cerceda. Solo 42 para 157 parroquias, de lo que resulta uno para cada cuatro, pero las medias en este caso no sirven. Hay algunos a los que le tocan diez, y otros se mantienen milagrosamente con dos, aunque no todas son iguales ni en territorio ni en población (solo Carballo como tal aglutina a unas 20.000 personas, pero la agrupación es de diez localidades, incluida una de A Laracha). La cifra de 42 tampoco es plenamente real. Pedro Zas, por ejemplo, que se encargaba de Cereixo o Carnés, está de baja. Jorge Iglesias (Sofán, Entrecruces, Aldemunde) se va recuperando de un ictus. Antonio Trigo, de Olveira y Olveiroa, está siendo sustituido por el párroco de Mazaricos. Y así, algún caso más.

El descenso obedece a la falta de vocaciones, a las renuncias y a los fallecimientos. Cada año parece que es peor que el anterior, pero una revisión de hemeroteca permite comprobar que las medias se mantienen. Hace pocas semanas lo dejó Fidel Fernández Bello, tras 50 años al frente de San Cremenzo de Pazos y O Allo, además de Anos y Cundís. Falleció Francisco Domínguez Lobelos, de Cesullas y otras, y Jesús Nieto, de Camariñas.

A veces llega algún respiro para los más agobiados.Hasta hace muy poco, Manuel Varela Suárez y Fernando Pérez Crespo se encargaban nada menos que de 21 parroquias: dos en Cabana, seis en Malpica y 13 en Ponteceso (todas menos Xornes, a cargo de Aquilino Fernández Fentánez, párroco de Malpica). Pese a ser dos, el trabajo y el territorio era extenuante. Desde el mes pasado ya es más sencillo, con la incorporación de Manuel García Souto (Corcoesto, 1964), procedente de Curtis. El obispo le ha encargado la administración de nada menos que nueve parroquias: Buño, Cerqueda, Cambre, San Tirso, Leiloio, Barizo, Mens, Cores y Nemeño. Es, por tanto, otro de los que más responsabilidades tiene a nivel individual. Justo debajo de él y del de Zas, Alejandro Touriñán, con ocho entre Vimianzo y Zas. Ya por debajo, Enrique Redondo se hace cargo de seis, todas las del municipio de Laxe.

García Souto aún se está adaptando: «Neste mes e pico que levo, pasei bastante estrés. Aínda estamos regularizando horarios, solucionando temas pendentes, adaptándome», explica. Obviamente, no puede dar misa los domingos en todas las parroquias: «Temos permitidas un máximo de tres, así que nalgúns sitios vainas haber, e noutros non. Agora xa non vale o de ter misa semanal sempre o domingo, a xente xa o sabe. Pode ser calquera día. Iso si, o que é nefasto é andar cambiando, o mellor é fixar unha e punto. En Barizo, por exemplo, é os mércores ás 11.00 da mañá, e vai bastante xente», señala. Reconoce que tiene que pasar por todas ellas: «A xente moza usa novas tecnoloxías, pero os maiores queren falar directamente co cura, e hai que atendelos».

Gómez-Canoura, el que más lugares tiene y el más joven de la zona (29 años), casi de la diócesis, señala que «todo vai ben, sen problema». A él lo reemplazará en juventud Héctor Martínez en verano, pero la savia nueva es escasa. Abundan los octogenarios. El mayor es Manuel Liñeiro, de Muxía, con 87 años, encargado de tres parroquias. No le andan demasiado lejos Adelino Tuñas, de A Pereiriña, Vilastose y Caberta; o Mario Villaverde, de Xaviña. O José Manuel Fontela, de Xesteda.