La mayor senda fluvial de madera de la zona, y de las más grandes de la provincia, recibe a miles de visitantes cada año
24 sep 2016 . Actualizado a las 11:43 h.El paseo fluvial de Gabenlle, en A Laracha, es el mayor construido en madera de toda la comarca, y uno de los más grandes de la provincia de estas características. Cada año recibe más visitantes, que ya se cuentan por miles. Este verano ha sido de récord, como señalaba el pasado fin de semana una usuaria habitual, y que lleva años (la primera fase es del 2005) utilizándolo.
El hecho de tener un paseo tan largo no implica necesariamente que se encuentre en buen estado, ya que obliga a un mantenimiento constante y costoso. En este caso, sí lo está. La madera de pino con un tratamiento especial resiste el paso del tiempo, no precisamente benigno en los inviernos, afectada también por las constantes crecidas. Este resistencia -explica el alcalde- se debe precisamente a los trabajos continuados, que tratan incluso de aplicar tratamientos que eviten los resbalones, aunque no es sencillo. No obstante, algunas maderas se deterioran o rompen, y hay que sustituirlas. Es sencillo ver las nuevas (bastantes) por la diferencia de color.
En todo el recorrido (unos 2,4 kilómetros, desde el puente junto al área recreativa y la potabilizadora, hasta O Formigoso) hay papeleras, que se recogen con frecuencia. Y asientos, también de madera. La limpieza es común. Estos días ya se ven la primeras hojas del otoño. Y también los desbroces o podas en los árboles que invaden la pasarela. Este es otro de los valores: la abundancia de especies: abeneiros, salgueiros, carballos, freixos, loureiros, acacias, sobreiras, bidueiros... Un paseo tranquilo (de un extremo al otro, media hora sin forzar) permite tocar buena parte del bosque de ribeira tipo de Galicia. Puestos a pedir, sería idóneo indicar el nombre de las principales especies: no todo el mundo los distingue, y cada vez (sobre todo los jóvenes) menos. Al disfrute físico se uniría el didáctico. Al otro lado, cultivos: maíz, especialmente. Incluso se ven caballos, dos en una finca particular. Los molinos restaurados son otro atractivo: O Tarrulo, As Pezas, los de O Formigueiro. El área de ocio es un lujo. Más aún por ser gratuita. En otros sitios, por menos, cobran.