Ciclistas

Antonio Longueira Vidal
Toni Longueira FUERA DE JUEGO

A LARACHA

20 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

racticar ciclismo se ha convertido casi en una actividad de riesgo. No al nivel del montañismo, evidentemente, pero casi. Los aficionados a dar pedales tienen que compartir en la mayor parte de las ocasiones carreteras y pistas secundarias con los conductores y eso, a veces, resulta muy complicado. Sobre todo cuando esas vías apenas tienen arcén, o está invadido por la maleza, o el firme no está en óptimas condiciones para este tipo de actividades deportivas. Si a ello se le suma unas curvas sinuosas y de escasa visibilidad, el riesgo que supone disfrutar de tu deporte favorito es máximo. Y con jornadas calurosas y soleadas, mucho más.

Precisamente ayer casi se produce un accidente de tráfico con un ciclista implicado. Era cerca del mediodía, en la AC-552. En las famosas y siempre peligrosas curvas de Lañas, en dirección a Paiosaco, Un turismo casi se lleva por delante a un ciclista. Le faltó poco. Por suerte, un giro de volante de última hora evitó el percance. Era una curva sin apenas visibilidad y el ciclista iba lo más pegado al margen derecho del arcén, en un tramo prácticamente invadido por la hierba. El conductor del turismo recriminó al deportista que invadiese la calzada. El pobre hombre, indignado, no daba crédito a lo que estaba oyendo. Apenas solo pudo lanzar un lacónico: «Saca la cinta métrica y ponte a medir la distancia». Por suerte, todo quedó en un susto y ambos continuaron sus respectivos caminos. A la mente regresó el trágico atropello de Nigrán y la necesidad de que se adopten medidas urgentes para que ciclistas y conductores puedan ir por estas carreteras sin mayores sobresaltos.