Foro Voz analizó oportunidades y caminos para menores de 30 años
09 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Si quieren labrarse un futuro en general y el suyo en particular, a los jóvenes de hoy no les queda otra que tirar de arrestos y caminar hacia ese horizonte en el que, sumando las necesarias fuerzas de todas las Administraciones e instituciones, ha de haber un trabajo. En ello coincidieron todos los ponentes del Foro Voz Xuventude e emprego celebrado en A Laracha, aunque particularmente la directora del recién clausurado obradoiro compartido con Arteixo, María del Carmen Fernández. Fue explícita: si uno se queja insistentemente de que no hay trabajo, tiene dos opciones: «O lloras, o fabricas pañuelos». Si uno llora, nada saca de provecho. Y si fabrica pañuelos, «al menos ya has cambiado de actitud». Habrá emprendido un proyecto, «y un proyecto lleva a otro». Es por ello que Fernández fue también muy clara al respecto de la necesaria implicación de pilares como el Concello y los institutos: «Podemos ayudar a los jóvenes a fabricar pañuelos, [no a llorar]». Contó, aún con el positivismo de fondo, que la estabilidad laboral es cosa del pasado: «Hoy, las empresas son como los programas de televisión». Ahora, buscar un trabajo requiere crearlo.
Gran parte de su vida laboral transcurrió ligada a programas de formación y trabajó también años en el INEM, hasta que un día le dio por crear su propio proyecto, sin dejar de lado la ayuda a otros para encontrar un empleo. Mantiene en estos momentos «un tándem que me funciona»: la alternancia entre el trabajo por cuenta ajena y el propio. «No hay que tenerle miedo a darse de alta como autónomos», dijo. Incidió en que van muchos años formando a la sociedad en iniciativa emprendedora, «pero sin embargo esos mensajes no han calado». A su juicio hay un problema de «reclutamiento y preselección», y es ahí donde entrarían a jugar un papel fundamental Concello y comunidades educativas: «Para seleccionar hay que conocer». Y nadie conoce más que el que está más cerca. «Debemos reorientar la educación, ayudar a los jóvenes a descubrir su talento, esa confluencia entre lo que te gusta y lo que sabes hacer». «Covadonga, tenemos que darle una vueltecita», le dijo Fernández a la secretaria Xeral de Emprego al hablar de las materias de algunos obradoiros de empleo, obsoletas. Fernández detecta asimismo una laguna entre el fin de la formación reglada de y el posible acceso a la educación no formal. A mayores, en la juventud, «que es la cantera», es imprescindible tirar de creatividad.
El propio Gobierno, aseveró Covadonga Toca, fía el futuro a la «iniciativa, valentía e ganas de innovar dos mozos». Por eso es necesario que conozcan los recursos -muchos, incidieron todos- que tienen a su alcance: recursos como la formación no reglada o el voluntariado, un factor de diferenciación a nivel personal y laboral y un método de adquisición de habilidades sociales que redunda en la profesionalización del emprendedurismo. Un joven siempre ha de estar abierto a las nuevas experiencias porque, como reseñó Alicia Blanco, también de ellas se puede aprender «o que non queredes facer». Llegada desde A Baña, trabajó como tutora y directora de obradoiros de empleo, es coordinadora de distintos proyectos de voluntariado y se encarga también del programa Galeuropa para la asociación Luenda: «A todas as opcións hai que sacarlle o máximo proveito posible».
Foro Voz, en esa línea, fue una de ellas, indicó el regidor, José Manuel López. Los jóvenes que el jueves por la tarde se acercaron hasta la Casa da Cultura larachesa pudieron conocer la versión oficial y la práctica, conocer también dónde pueden buscar información: «Animamos aos mozos a achegarse ao Concello a facer calquera tipo de pregunta, a buscar asesoramento, tanto en emprego e formación como en xuventude. Pese a que os Concellos temos moi poucas competencias, hai unha oficina de información xuvenil que vos pode asesorar en todos os programas que están saíndo». López conminó también a buscar soluciones al abandono escolar (según los datos del IES larachés, de los 75 jóvenes que empiezan la ESO, 24 no la acaban) y a unir fuerzas todos. Los propios jóvenes son capitales para transmitir un mensaje esperanzador y para subir esa escasa cifra de anotados en el Programa de Garantía Xuvenil: «Anímovos a que corrades a bóla. Isto é falar de ilusión e de futuro».