Los preparativos tras la muerte ya no se dejan al azar, se planifican

Antonio Longueira Vidal
Toni Longueira CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

Eduardo Manuel Ramilo Cancela, del grupo funerario Virxe Milagrosa-Santa Marta
Eduardo Manuel Ramilo Cancela, del grupo funerario Virxe Milagrosa-Santa Marta ANA GARCIA

Especial de Difuntos | Son muchos los que dejan por escrito las condiciones del entierro o de la incineración

31 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El gran poeta del Rexurdimento Eduardo Pondal quiso ser enterrado con el hábito de San Francisco. En una de las lápidas del cementerio de colores de Dumbría figura un escudo del Real Madrid. Otros desean que las inscripciones en las lápidas sean escritas en gallego. Los preparativos para cuando llega la hora de la muerte ya no se dejan al azar, son cada vez más los que optan por la planificación. Así lo explicó Iván Amarelle, gerente del grupo San Antonio. «En nuestra comarca siempre se ha tendido a planificar nuestra despedida. Es muy habitual, por ejemplo, que los abuelos llamen para introducir en su póliza de decesos a los nietos tan pronto nacen». Pero esta organización va más allá de un mero seguro: «Tenemos casos de personas que nos traen por escrito cómo quieren que sea su sepelio, qué ropa han de llevar vestida, incluso la de su equipo favorito, o qué personas no desean que asistan a su funeral». Según Iván Amarelle, existe una gran preocupación por evitar momentos de sufrimiento para los más allegados en los últimos días. «Muchos acuden al testamento vital, que es un escrito en donde la persona manifiesta cómo quiere que sea el momento de su muerte, a qué tratamientos médicos desea someterse, o no, siendo de utilidad para aquellos casos en los que la persona ya no puede expresarse por sí misma. En este documento también puede dejar reflejado si es donante de órganos, si quiere que ser enterrado o incinerado, quién es su representante autorizado para ser el interlocutor en la toma de decisiones post mortem... Se trata de un documento legal al que tienen acceso los facultativos para poder aplicar dichas voluntades de forma rápida».

Manuel Pombo y su esposa, Mercedes Vázquez, son los fundadores del Grupo Bergantiños, con base de operaciones en Carballo: «Sí, la gente se ha vuelto más organizada. Muchos te dicen qué tipo de caja quieren o que flores desean en su entierro. Planifican mucho todo antes. No dejan nada para última hora», apuntó Pombo, quien señaló que cada vez se invierte menos en un sepelio: «La gente opta por reducir costes».

«Incluso te dicen que quieren que la caja esté cerrada» 

Existe un antes y un después de la pandemia. Así lo explicaron en el sector funerario de la Costa da Morte. Eduardo Manuel Ramilo, del grupo Virxe Milagrosa-Santa Marta, explicó que son cada vez más los que planifican las condiciones en las que se debe llevar su sepelio: «Te indican claramente si quieren sepelio o incineración, el tipo de flores, el color de la caja.... Incluso te dejan claro si quieren que la caja esté cerrada o abierta. Me llama la atención mucho este último punto porque cada vez tenemos más clientes que nos piden que cuando llegue su hora quieren que la caja esté cerrada: ‘‘Eu non son ningún escaparate'', te dice más de uno».

En Pompas Fúnebres Costa también incidieron en que los protocolos cambiaron mucho después de la pandemia: «Xa non hai velorios nin enterros tan multitudinarios. Agora péchanse os tanatorios polas noites, algo que antes era impensable. A morte está como máis normalizada», indicaron.