Especial de Difuntos | En la comarca hay dos crematorios en funcionamiento y otro más en tramitación
31 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Hasta en lo que se refiere a los ritos funerarios hay modas. O, mejor dicho, costumbres que se adaptan a cada época. En la actual, ya desde hace unos años, van ganando terreno las incineraciones. Ya sea por la falta de nichos en las localidades más pobladas, por ahorrar algo de dinero, por la idea de que puede ser más ecológico o, simplemente, por respetar la última voluntad del difunto. Y es que, tal y como explica Iván Amarelle, de Tanatorios San Antonio, «é un tema que adoita falarse en vida, aínda que non quede estipulado».
El suyo es uno de los dos crematorios que actualmente están en funcionamiento en la Costa da Morte y está ubicado en el parque empresarial de A Laracha. El grupo tiene una docena de tanatorios en la franja entre A Coruña y Fisterra y unos meses antes del estallido del covid decidieron ampliar negocio con un centro de incineración «ubicado nunha zona intermedia»: el polígono larachés.
La experiencia le dice que cada vez son más los que optan por la incineración a la hora de elegir un ritual de exequias. «Sen chegar a ser como en Andalucía, por exemplo, cada día é máis habitual. Xa dende hai bastantes anos», apunta Amarelle. Y aunque no detecta un perfil concreto, sí ve que las «novas xeracións son máis dadas á cremación», a pesar de que es una fórmula que «tamén a xente de maior idade está acollendo ben».
Planes para otro centro en Cee
Una opinión en la que coincide Manuel Pombo desde el Grupo Bergantiños, la empresa responsable del otro crematorio operativo en la Costa da Morte. Funciona en Carballo, aunque el grupo lleva tiempo en trámites para abrir otro en el polígono industrial de Cee. «Nas zonas urbanas é distinto, pero dun ano a esta parte por aquí tamén está funcionando moi ben. Nunca cheguei a estudar o perfil [da xente que elixe este método], pero diría que é algo xeral: xente nova, maiores...», opina Pombo.
Servicio integral
La «simplificación» de los rituales funerarios es una tendencia que desde el Grupo Bergantiños vienen detectando últimamente: «Alugan unha sala de velación e xa directamente creman. Vexo que cada vez se busca que sexa máis rápido», dice Manuel Pombo.
Una rapidez que va de la mano con la comodidad, añade Amarelle. En momentos emocionalmente duros, desde las funerarias se busca facilitar los procesos ofreciendo, por ejemplo, un servicio integral como el de San Antonio, que en un mismo recinto alberga salas de velación, capilla, una sala de despedida equipada incluso con hilo musical para darle calidez a ese momento final, zona ajardinada o columbario por si alguna familia decide depositar allí las cenizas en lugar de llevarlas al panteón familiar o esparcirlas. «En xeral, os actos de cremación son máis íntimos, coa familia máis directa», dice Iván.