Compró una furgoneta en Alemania y la carga de ropa en Buño para Senegal

s. g. CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

ANA GARCÍA

Mamour Diop lleva a sus vecinos mantas, prendas de vestir y hasta dos bicicletas

08 sep 2024 . Actualizado a las 00:46 h.

Mamour Diop llegó el miércoles a Buño, y tenía previsto marcharse ayer por la tarde a su pueblo, situado cerca de Dakar, la capital de Senegal. Lo hará cargado de ropa y otros enseres de utilidad (incluidas dos bicicletas) que le ha donado la entidad local de Cáritas y todos los vecinos que voluntariamente han querido, por iniciativa de Cáritas local y, sobre todo, del párroco Manuel García Souto. Desde que llegó se ha encargado de recibirlos y cargarlos, como todavía hacía ayer. Toda esa ropa será para los vecinos que más la necesitan.

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Este punto central de su viaje encierra toda una pequeña (o gran aventura), que empieza en Alemania, país al que Mamour se desplazó para comprar una furgoneta Mercedes de segunda mano.

En el viaje de vuelta, más de seis mil kilómetros, paró primero en Burgos, donde conocía a un sacerdote, que también le ayudó con algunas donaciones. Pero su destino principal estaba en Buño, ya que conoce al cura Manuel García desde hace años, en la época en la que estaba destinado en Teixeiro.

ANA GARCÍA

Trabajaba entonces en la instalación de cableado eléctrico, estaba casado, vivía en Zaragoza, se separó, acudió a Teixeiro, y la parroquia le echó una mano, acogiéndolo en su casa. Después regresó a su país, donde montó una empresa hortícola, pero siempre regresa a España para comprar el material que necesita o recoger las donaciones que le llegan a través de Cáritas, especialmente. «El é musulmán, pero no seu país as dúas relixións conviven perfectamente, non hai os problemas que existen noutras partes», indica García Souto.

Ha tenido la suerte de que los vecinos de Buño se han portado muy bien con él. Desde que el párroco anunció la iniciativa en sus redes sociales (es uno de los curas más activos de la comarca en ellas), la gente se volcó, y los responsables de Cáritas echaron una mano esencial. Por ejemplo, el Buño, el equipo de fútbol, aportó numeroso material deportivo, especialmente camisetas.

Cuenta el cura que Mamour, que ya no es precisamente un jovencito (no está lejos de los 60 años), tiene una relación ya muy estable con España, país que conoce bien.