En mitad de la ruta del Camiño Fisterra-Muxía, Cee, que acogerá en octubre los Encuentros Starlight, ofrece un sinfín de espacios únicos, con el mar de ardora de Estorde como gran reclamo
14 ago 2024 . Actualizado a las 12:02 h.Cee es mucho más que sus Festas da Xunqueira, aunque eso también lo sea, sobre todo estos días, jornadas centrales. Es parada obligada en la Costa da Morte. Un peregrino sabrá que llega al final de Camiño Fisterra-Muxía cuando, por fin, alcanza la ventana del Atlántico situada en lo alto del Cruceiro da Armada.
Además de disfrutar de una excelente gastronomía, las seis parroquias que la conforman —Cee, Toba, Brens, A Ameixenda, A Pereiriña y Lires— ofrecen mucho al que las visita. Para empezar, uno no debe perderse el casco histórico y aprovechar para conocer el museo Fernando Blanco o pasear por su fachada marítima.
Fuera de lo que es la capital municipal, la primera cita tiene que ser con la playa de Gures y área de Caneliñas. Pese a sus reducidas dimensiones, su fina y blanca arena fue en su tiempo epicentro de la actividad ballenera en la Costa da Morte. Su planta fue la última en cerrar en España.
El periplo por Cee debe continuar por sus arenales. El espectacular mar de ardora de Estorde, la puesta de sol en Lires, los Muíños de Morancelle y Toba o perderse en el solpor de A Meixoeira, ese mágico tramo de la parroquia de Lires, en las inmediaciones de la playa fisterrana de O Rostro, donde mar y montaña confeccionan un paisaje único. Todo en un municipio que entre el 1 y 4 de octubre acogerá el séptimo encuentro internacional Starlight, una localidad desde donde disfrutar de las estrellas.