Hábitos y no dietas para una buena salud

Una buena alimentación es la base para una estilo de vida saludable, que se completa con la realización de ejercicio. Todo es cuestión de hacer las cosas bien a largo plazo, por lo que los nutricionistas son más partidarios de los hábitos que de las dietas. Tania Mesejo, que atiende en Carballo, está especialmente preocupada por la obesidad infantil. Considera que son los padres los que tienen que enseñar a comer como parte del desarrollo del niño y cuando se le pregunta qué tipo de elementos deben formar parte de la vida diaria habla de comida real, un concepto que agrupa todos los productos poco procesados y directamente naturales.

Las verduras y las frutas deberían estar siempre incluidas y en cantidades importantes. La leyenda de que a los niños no les gusta es una cuestión de educación y al paladar se le puede enseñar y cuanto antes, más fácil será. Un cambio en la forma de comer puede ahorrar enfermedades que ahora ya se presentan en personas muy jóvenes como la hipertensión, los niveles altos de colesterol o la diabetes. Recomienda la nutricionista comer de todo y hacerlo de forma equilibrada, aumentando la cantidad de verduras y legumbres y eligiendo los productos integrales antes que los refinados.

Luz Cousillas, que también atiende en Carballo, es de la misma opinión, pero cree que no pasa nada por tomar alguna vez ultraprocesados. La cuestión es no ser completamente restrictivo, pero sí tener claro que los ultraprocesados no aportan nada bueno al cuerpo. Los productos frescos y de proximidad son lo mejor a lo hora de elegir y tampoco hay que volverse loco con los superalimentos, sobre todo con los exóticos. El plátano de toda la vida es mucho más sano y aporta más que un poco de chía en el yogur, por ejemplo.

---

---

---