«O mar é vida, o Prestige trouxo morte»

Marta López CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

Emotivo homenaje en Camariñas a los voluntarios, con especial recuerdo al trabajo de Alonso Ballester

14 nov 2022 . Actualizado a las 16:31 h.

Al filo de las doce, y mientras llegaban las últimas autoridades a la Casa de Pedra, brotaban las anécdotas entre el público de Camariñas: «E ti acórdaste de onde estabas cando o soubestes?», «Tiña unhas botas azules que tornaron verdes ao tocar o chapapote», «Nin traxes, nin guantes: os primeiros días fomos a pelo».

Un día como ayer, hace veinte años, comenzaba el mayor desastre ecológico de los últimos decenios en las costas gallegas, pero también era el punto de partida de una oleada de solidaridad sin precedentes. A ellos, a los miles de voluntarios que limpiaron el litoral de chapapote, dedicó ayer el Concello de Camariñas un sentido homenaje al que se sumaron autoridades como la ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez; el delegado y la subdelegada del Gobierno, José Miñones y María Rivas; el presidente de la Deputación da Coruña, Valentín González Formoso; diferentes alcaldes y exalcaldes y representantes del Ejército y la Armada, entre otros.

Tres mujeres de mar

Aunque la jornada —que estuvo presentada por el periodista de La Voz Santiago Garrido— arrancó de una manera mucho más personal, más íntima: con el testimonio de Digna Romar, Jaqueline Lista y Carmen Pérez, tres camariñanas, tres mujeres de mar que vivieron en primera persona aquel suceso de hace 20 años.

«Encendín a televisión do bar e os mariñeiros comezaron a falar de que había un barco con fisuras, pero ao principio non se lle deu moita máis importancia», comenzó narrando Jaqui, que continuó: «Despois empezou a chegar fuel, fixemos pola nosa conta cuadrillas de voluntarios e baixamos a Reira, que estaba chea de chapapote. Comezamos a sacalo, sen guantes nin nada, e cando levantamos a mirada estaban chegando tres autobuses con xente que viña axudar sen ánimo de lucro. Ese día non o esquecerei nunca», remarcó.

Jaqueline Lista
Jaqueline Lista BASILIO BELLO

Sobre desesperación, inquietud, desesperanza y desinformación hablaron Digna y Carmen, ambas de Camelle. «Ao principio, nin nos mandaban xente nin nos deixaban ir a nós limpar porque nos dicían que era perigoso baixar sen protección», explicaba la primera, aunque lo hacían igualmente y tirando con los pocos medios de los que disponían. «O mar para nós é vida, vivimos del, é a nosa carreira, pero o Prestige significou a morte», señaló Carmen. Pronto cambió la cosa y su función pasó a ser la de prestar apoyo logístico a la marea de voluntarios, que llegaban a la costa «sen saber onde ían durmir ou se terían onde ducharse», rememoraron. La vecindad estuvo a la altura: «Prestáronse colchóns para que a xente durmise na casa da cultura de Arou, preparábanse termos de café e comida, abrimos as nosas casas para que os voluntarios se puidesen duchar...», comentaron las mujeres, que en ese momento agradecieron el «inmenso traballo» de Antonio Jesús Alonso Ballester, que era entonces teniente de alcalde en Camariñas y que se acabaría ocupando de la coordinación de los operativos.

Digna Romar
Digna Romar BASILIO BELLO

Carmen Pérez
Carmen Pérez BASILIO BELLO

Cooperantes de toda España y parte del extranjero llegaron a la comarca en aquellos meses, pero poco importaron entonces las posibles barreras lingüísticas, porque todos hablaban un mismo idioma: el de la solidaridad. «Recordo que unha vez me chegou unha parella de ingleses ao bar. Eu atendinos como puiden e un ano despois escribíronme e souben que eran cirurxiáns. Preguntábanme se estabamos tendo problemas de saúde [por limpiar el chapapote] e ofrecíannos axuda. Isto sobrepasounos a todos», recordó Jaqui, emocionada.

Sobre el ocaso de Man, que falleció al poco tiempo devastado por lo que la marea negra le hizo a su hogar y a su obra, y sobre los lazos forjados durante aquel tiempo se habló también durante la mañana. Se mencionó a Jesús, un miembro de Protección Civil que encontró el amor con una voluntaria de Cambre que llegó a limpiar fuel, y también a Tamara y Alba, «dúas nenas do Prestige que acabaron facendo a súa vida en Camelle», recordó Digna.

Uno de los momentos más sentidos de la mañana fue el reconocimiento póstumo a Alonso Ballester, recogido por su familia de manos de la alcaldesa de Camariñas, Sandra Insua, y de la ministra Isabel Rodríguez, que lo describió como una representación «de lo mejor de la política y de la ciudadanía». Su viuda, la farera Cristina Fernández, dijo unas palabras tras recibir la placa: «Noutras circunstancias el tería dito algo así como ‘Deixádevos de filigranas e poñédevos a traballar', pero neste caso eu sei que el faría extensible este agradecemento a todo o seu equipo. É un grande honor recibir esta distinción e foi ilusionante ver que en momentos esenciais aparcamos as ideoloxías e formamos grandes equipos de traballo», reflexionó Cristina, que concluyó elogiando la labor de Protección Civil.

BASILIO BELLO

«Houbo futuro onde só viamos destrución»

Escuchados los testimonios de Jaqueline, Digna y Carmen, llegó el turno de las autoridades y fue la alcaldesa de Camariñas, Sandra Insua, la primera en intervenir. Habló la regidora de lo «cruciais» que fueron aquellos días «tristes» y de que tuvo que venir una catástrofe como la del Prestige para que la gente «chegase a coñecer este lugar que está cheo de vida, pero que leva nome de morte». Se refirió asimismo a la esperanza, a los voluntarios que le dieron a este litoral «un futuro cando só viamos destrución», y recordó el trabajo desempeñado por el equipo de gobierno, comandado entonces por Bautista Santos. Habló del mar, de que no solo es «negocio», sino también «inspiración», y se congratuló de los medios disponibles hoy día.

BASILIO BELLO

En la misma línea se expresó el presidente de la Deputación de A Coruña, Valentín González Formoso, que fue especialmente crítico con la gestión de la crisis que hicieron los gobiernos populares de Aznar y Fraga: «Un goberno non pode afastar os problemas, escondelos e falarnos de hilillos de plastilina'», indicó antes de alentar a acabar con los «piratas do mar, que agora xa non levan pata de pau, pero están protexidos pola maraña burocrática e xurídica».

Por su parte, la ministra Isabel Rodríguez recordó que, aunque no estuvo físicamente limpiando chapapote, sí colaboró en la coordinación de voluntarios en la universidad manchega. «Esa marea blanca dio dignidad a la sociedad», dijo, «ese es el mejor patriotismo, lejos de palabras huecas, cuando uno lo deja todo para ayudar».

BASILIO BELLO

Mérito a fotografías de Ana García y José Manuel Casal

El acto concluyó con la inauguración en un lateral de la lonxa vella de un mural con una imagen de José Manuel Casal, que fue fotógrafo de La Voz y que pudo conversar con la ministra sobre el trabajo que desempeñó durante la crisis ambiental. También se interesó la representante gubernamental por la exposición de la fotoperiodista Ana García, también compañera de La Voz, que puede verse en la Casa de Pedra.

BASILIO BELLO