Borja Facal: «O fútbol deume moitas ferramentas para sacar estas oposicións adiante»
CARBALLO
ATLETAS DEL ATLÁNTICO | Después de ascender con el juvenil B del Bergan, el laxense decidió ponerse a estudiar para obtener una plaza de docente que ha conseguido en Muros
10 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.«Si se cree y se trabaja, se puede», dijo un día Diego Pablo Simeone. Una de las frases fetiche del entrenador del Atlético de Madrid que, antes de ser entonada por el Cholo, ya se había convertido en lección de vida para Borja Facal Lema (Laxe, 1985). El excapitán y exentrenador del Bergan la aplicó primero en su trayectoria como jugador, la divulgó en su periplo como preparador y se agarró a ella con todas sus fuerzas durante los últimos doce meses.
En el verano del 2021, después de ascender al juvenil B del Bergan a la Liga Gallega, tomó la decisión de dejar el club de sus amores. «O da docencia sempre me apasionou, e durante a pandemia deille moitas voltas, ata que me decidín. Era o momento», cuenta Facal, licenciado en INEF y con el máster de profesorado aprobado mientras jugaba en el Compostela. Una decisión para la que, además de su familia, tuvieron importancia otros técnicos como Juan Riveiro, Tito Ramallo o Javier Bardanca: «Eles están adestrando, pero son mestres de educación física e fixéronme ver que era moi importante ter algo estable por detrás do fútbol, porque depender do resultado xera moito nerviosismo». Así que, en octubre, se puso. Primero ocho horas al día y, a partir de diciembre, unas diez. «Era un ano importante polos cambios que se van facer agora e eu sabía que xa non tiña a marxe que tería de ser aínda un chaval de 25 anos», explica sobre su ambición. «Eu desexaba entrar nas listas, pero unha vez que superei o primeiro exame, sabía que tiña unha gran oportunidade para coller praza», dice.
La segunda y definitiva prueba fue el 19 de junio, un día después de su cumpleaños, aunque él sabía que ahí partía con ventaja. «Para a defensa da miña programación sabía que o fútbol dérame moita capacidade comunicativa», comenta sobre una de las competencias adquiridas en el balompié y aprovechadas para el tan complicado proceso.
No fue la única, sino que desde el principio se valió de su amplia experiencia en el mundo de la pelota para llevarlo mejor. «O temario é inabarcable, polo que tes que marcar uns obxectivos diarios, e no fútbol estamos moi ben acostumados a iso», advierte. También a la presión de jugártelo todo en un día en el que, sí o sí, tienes que responder. Su paso por la cantera de As Eiroas y como director de las escuelas técnicas también le sirvió a nivel de docencia y gestión de grupos, así como para mejorar su capacidad a la hora de trasladar los mensajes deseados.
Eso sí, quizás ni el fútbol le había deparado momentos tan duros como los que se encontró durante esos ocho meses. Ni el ascenso frustrado con el Bergan en la reciente triple oportunidad (2017-2019) ni aquel play-off a Segunda División perdido con el Fabril (2008) que podría haber supuesto un punto de inflexión a su incipiente carrera, provocaron trastornos de estrés como el que le hizo perder 4 kilos las dos semanas previas al último corte. Unos bajones recurrentes que sí encontraron el mismo colchón que las amarguras futbolísticas. «Unha vez máis, Noe —su pareja—, a familia e os amigos foron fundamentais», resalta.
No obstante, una vez más lo volvió a conseguir. Como sobre el verde, en el que pasó del Cenpés pontecesán al Fabril o Real Murcia hasta consolidarse como uno de los jugadores más importantes del Bergantiños en el último decenio. Como en el banquillo, en el que pasó de perfeccionar la técnica de los más jóvenes a enfrentarse a Julen Lopetegi como entrenador del primer equipo en un duelo disputado en Riazor. Y como en la docencia, en donde pasó de imaginarse durante aquellas eternas tardes de pandemia a hacerse un hueco, como tutor, profesor de educación física, jefe de departamento y director del proyecto deportivo en el IES Fontexería de Muros. Si se cree y se trabaja, se puede.