Los de Carballo cayeron ante el Valladolid Promesas (0-1) después de un gol en una jugada a balón parado
02 oct 2022 . Actualizado a las 22:52 h.El Bergantiños cerró ante el Valladolid Promesas una semana para olvidar. A las derrotas ante Palencia y Zamora, el equipo de As Eiroas sumó un nuevo tropiezo que entorpece el ánimo de un conjunto que semejaba haberse desatascado en la victoria ante el Real Avilés.
En la rueda de prensa previa, José Luis Lemos ya deslizó que había quedado muy contento el miércoles con las actuaciones de los jugadores menos utilizados. Palabras que reforzó con el once que sacó este domingo, dándole sus primeras titularidades ligueras a Meixús, Pacheco o Sellés. También advirtió de que su equipo debía manejar mejor los partidos, minimizando riesgos. Y eso también lo defendió con hechos, pues los locales mostraron su versión más conservadora de lo que va de temporada durante los primeros 45 minutos.
El silencio que quiso dedicar el club a la tragedia ocurrida en Indonesia se mantuvo más de lo deseado, pues hasta el minuto 26 no llegó el primer acercamiento de peligro. Lo protagonizó Ander Pacheco, al que dejó solo ante el portero Charly, aunque no llegó a rematar bien con su zurda. Mejoró el pucela a medida que se acercaba el descanso gracias a la velocidad y la precisión de sus hombres de arriba. Y en una de ellas llegó el gol de Arroyo, anulado a la postre por fuera de juego. El Bergan contestó con su mejor ocasión, pero Charly disparó demasiado cruzado desde el borde del área pequeña. A unos centímetros también se quedó Chuki, que se estrelló con la cruceta en el descuento.
Para el Rock&Roll que acostumbra a ofrecer, el Bergan necesitaba más elementos eléctricos y Lemos apostó por Garrido, Espeso, Dieguito y Chapu al comienzo de la segunda parte. Pero ni así la melodía aceleró su compás. Entre lo poco precisos que estaban los de rojo y la seguridad que demostró el cuadro blanquivioleta en cada línea del campo, el partido se fue evaporando sin grandes acciones que destacar. Se suele decir que los choques así se deciden por mínimos detalles, y el de ayer no fue una excepción.
Un saque de esquina botado por Maroto encontró a Víctor en el centro del área pequeña, que la mandó a la red con un remate picado ante el que nada pudo hacer Canedo. El gol en contra, al que el Bergan sí había reaccionado otras veces, no encontró arreón local como respuesta, por lo que el talento de los hombres de Baptista se hizo notar. Arroyo se encontró con el palo en un disparo desde el borde del área y solo Espeso evitó el segundo sobre la línea de gol ya en el descuento, cuando los de Lemos sí lograron arrinconar a los visitantes, más por corazón que por fútbol.
En mente ya está el Laredo, próximo rival este domingo a las 17.00 horas en Cantabria. Bergan, «dalle lume».
PREMIO AL MVP
El premio al mejor jugador local de la jornada que entrega La Voz de Galicia se decidirá esta semana entre Uzal, Pacheco y Palomares. El centrocampista solo falló en la marca del gol visitante, pero volvió a completar un partido espléndido en labores defensivas. Palomares fue de los más activos en la parte ofensiva, incoporandose al ataque cada vez que podía y sin cometer errores. Y Pacheco lo intentó de todas las maneras, aunque le faltó un poco de precisión.
«Era a miña marca e asumo o erro»
El centrocampista Diego Uzal fue claro y conciso en sus declaraciones una vez terminado el partido. Valoró el partido como «moi igualado» y llamó la atención sobre los puntos que les están quitando las acciones a balón parado de los rivales. «Desigualouse, como outras semanas, nun córner. Esta vez era a miña marca e asumo o erro», confesó el 14, que también habló sobre el estado anímico del vestuario después de estas derrotas: «Estamos fastidiados porque traballamos e traballamos, e quedamonos na beira. Fáltanos esa pizca de sorte nos momentos cruciais».
José Luis Lemos también comentó la igualdad de los dos conjuntos. «O tema do balón parado é moi preocupante», señaló. No obstante, y aunque recalcó el peso de los minutos jugados esta semana, el míster mantiene la confianza intacta en los suyos: «Se seguimos competindo así, a balanza caerá para o noso lado».