Colas en las agencias de la Costa da Morte por los últimos destinos del Imserso

Cristina Viu Gomila
Cristina Viu CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

ANA GARCIA

El destino favorito entre los usuarios de la Costa da Morte es Benidorm

24 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

En Cee, Alicia Estalote estaba ya el jueves desbordada de trabajo y ayer tuvo una jornada mucho más dura. La agencia de viajes para la que trabaja se llenó ayer de jubilados en busca de su destino soñado, que en la mayor parte de los casos es Benidorm. Calcula que entre los dos días atendería unas 150 peticiones. «Cada año hay más gente», aseguró, pero el problema es que las plazas son menos.

Así lo atestigua Montse Pensado, de Costa Azul de Carballo. Las dos salidas de 10 días que había para Benidorm «volaron en 2 minutos». No había ninguna estancia tan larga para diciembre, uno de los meses más demandados. El jueves ya se encontraron cola a las 9 de la mañana, antes de abrir, y ayer pasó lo mismo. Cuentan con que haya unas 300 peticiones en esta campaña, sobre todo para viajes a Andalucía y Levante, ya que son los lugares que ofrecen servicios más específicos, sobre todo los bailes nocturnos, que son las actividades más demandadas.

Martín Canosa, de Fisterra, aseguró que la empresa para la que trabaja atendió unas 200 demandas en la Costa da Morte, pero que muchos se quedaron sin el lugar al que querían ir. Explicó que en su agencia aprovechan las ofertas de los vuelos y los descuentos a los mayores de 55 años de los hoteles para ofrecer paquetes personalizados a sus clientes que suelen salir poco más caros que los del Inserso.

Las reservas que se vendieron estos dos últimos días en la zona son tanto para este año, en octubre, como para el próximo, de enero a abril. De hecho, muchos de los que hicieron ayer sus reservas eligieron salidas en el 2023.

En Viajes Navaza, en Carballo, aseguraron también que estos dos días han estado al máximo de su capacidad, sin apenas tiempo para otras cosas. Además, entre los jubilados hubo quejas de nuevo por el hecho de tener que esperar al segundo día, cuando apenas queda para escoger.