La procesión de Caión recuperó la fuerza de sus mejores años

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

CON ÁLBUM DE FOTOS | Os Milagres concitaron de nuevo a una multitud durante toda la mañana

12 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

En lo que va de verano se repite constantemente, por ser una realidad, que tras los dos años de pandemia la gente tenía gana de recuperar la fiesta, a la vista de la elevada participación en casi todas las celebraciones. Eso ha de aplicarse no solo a las lúdicas, sino a las que tienen un marcado carácter religioso (sin olvidar las actividades paralelas), y si hay una que destaca en Bergantiños es la de Os Milagres de Caión. No había más que ver (y seguir) la multitudinaria procesión de la bajada a la iglesia de ayer. La subida del domingo pasado no es tan buena referencia, por la lluvia. Ayer, como en los mejores tiempos, ya desde la primera hora en el campo de las misas, frente a la capilla, como testimoniaba la responsable de una de las tabernas, en primera línea, buen termómetro para medir la afluencia: «A tope dende moi cedo, pero tamén os días de atrás», explicaba en la barra casi pegada al monumental y centenario eucalipto del recinto, que si no es de mayor circunferencia en la base de su tallo de la Costa da Morte no le falta mucho. Naturalmente, el campo estaba otra vez con los puestos de venta habituales, sobre todo los de roscas. La fe se veía en los velones blancos y rojos, exvotos y ofrezas de cera con un recinto en el exterior habilitado expresamente para ello: y lleno. Todos encendidos, así que generaban una potente ola de calor. Se veía en la fuente milagreira, con colas constante, y largas, incluso media hora después de que los feligreses dejasen el recinto para bajar al pueblo. Por supuesto, la enorme afluencia se notaba en la carretera, con romeros constantes día y noche, y también ayer para las misas de la tarde, o simplemente para cumplir la promesa. Muchos miles de promesas, este 2022 de vuelta a la esencia.