El puente de agosto y la oferta festiva abarrotaron de turistas la Costa da Morte

Cristina Viu Gomila
Cristina Viu CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

BASILIO BELLO

Los alojamientos y la hostelería estuvieron prácticamente al 100 %. Algunos no recuerdan verano igual

16 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Agosto ya está siendo un mes de récord en lo que se refiere a las visitas a la Costa da Morte, pero el puente que termina hoy ha superado todas las expectativas y ha llenado la zona de gente. El sábado por la noche era muy difícil encontrar un sitio para cenar incluso en Carballo, y la feria del día siguiente fue la más concurrida en lo que va de año, con las terrazas del centro llenas y ríos humanos caminado por el entorno de la plaza do Concello a la hora del vermú.

Mucho más llenas han estado las localidades ribereñas, especialmente las que estaban en fiestas o las que son destinos turísticos por excelencia. Estuvieron abarrotados Laxe y Muxía, con programas festivos, pero también Malpica y Fisterra, que lleva casi todo el mes al límite de su capacidad. También Cee, donde el Concello tuvo muchas dificultades para encontrar alojamiento personas que formaban parte del programa de A Xunqueira.

La cantidad de gente que estuvo en la zona provocó no pocos problemas de trafico durante todos estos días. En Caión eran tantos lo coches que incluso los dejaban subidos a las aceras, algo muy raro porque es uno de los pueblos con más plazas de aparcamiento de la zona.

Fisterra

Más habituales están siendo estas dificultades en Fisterra, donde el acceso al faro se ha complicado mucho este fin de semana y donde los propios residentes se encuentran con muchos problemas para encontrar un lugar donde dejar el coche. Incluso los trabajadores tienen que sufrir en sus propias carnes el abarrote de gente. De hecho, el Concello fisterrán ha tenido que ceder alguna plaza para el personal del ISM. Algo muy similar está pasando en Corcubión.

La hostelería ha sido uno de los sectores más beneficiados, con los establecimientos hasta la bandera. «Xa non collían reservas, a xente comía onde podía, o que había», explica Ramón Barrientos, responsable de Protección Civil y uno de los organizadores del Mercado das Rutas do Mar, que incluyó degustación gratuita de pez espada, y también de la Romaría da Barca de Muxía.

Muchas pernoctaciones únicas y de última hora, animadas por el ambiente festivo

«Mucha gente llamó buscando alojamiento para el sábado». Alberto García-Puertas, de las Pousadas Mariñeiras Camiño da Barca, explica que el fin de semana llegó mucha gente sin reserva y sin, probablemente, intención clara de quedarse el fin de semana, pero que se animó por el ambiente creado por el Mercado das Rutas do Mar, que llenó la localidad de gente. Buscaban pernoctaciones de última hora y de una sola noche, algo con lo que también se encontraron en el Playa de Laxe. El hotel era el último recurso para quedarse e incluso la dirección intentó desanimar a los clientes, pero se llenó al 100 %. «Teníamos la fiesta al lado y duró hasta las 6 de la mañana. Ya sabíamos que no habría manera de dormir y lo advertíamos a los que nos llamaban, pero la gente venía igual», comentaron desde el establecimiento.

Además de la molestia del ruido, los clientes y vecinos tuvieron que afrontar la suciedad provocada por la fiesta nocturna, más parecida a botellón que a una verbena al uso, y el olor a orín por la falta de baños públicos, un problema al que se tendrán que enfrentar los organizadores de A Barca, que han destinado 20.000 euros del presupuesto solo a la limpieza tras las celebraciones.

En Cee también hicieron lleno total. La recepción del Oca-Insua, que es el que tiene más capacidad en la zona, apenas tuvo un momento descanso estos días: estuvieron también al 100 %.

Menos de una semana

La mayor parte de los responsables de los alojamientos de la zona coinciden en que este mes de agosto está siendo muy bueno, pero se nota que se han reducido notablemente las estancias. «Son muy raras las reservas de siete días, que el año pasado eran casi normales. Se han acortado casi a la mitad», dice Alberto García-Puertas, y con más o menos lo mismo se han encontrado desde el hostal Mariquito de Fisterra hasta el Parador de Muxía. Las noches que dejan libres las reservas con menos noches van siendo ocupadas por estancias imprevistas, de última hora, que se han producido bastante este fin de semana.

Los hoteleros creen que uno de los motivos de este cambio en las pernoctaciones puede ser el temor a la recesión económica que parece plantearse de cara al mes de septiembre, con el inicio del curso escolar, mezclado con las ganas que tiene la gente de salir después de más de dos años de pandemia.

Así, son muchos los desplazamientos que se están produciendo por la zona, lo que hace que las carreteras y los pueblos estén estos días llenos de coches. Especialmente complicado ha sido el fin de semana. Además también se ha detectado que la mayor parte de los visitantes realizan recorridos que incluyen varias localidades. Fisterra es una de las que en muchas ocasiones se incluye en la preparación del viaje.