La antigüedad del Xallas en O Ézaro

CARBALLO

APUNTES GEOLÓGICOS | Una cascada de 70 o 100 millones de años. Escribe Juan Ramón Vidal Romaní

26 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Los geólogos fechan el origen de la cascada del Xallas, en O Ézaro, en 100 millones de años antes de ahora y la relacionan con la rotura de Pangea y la creación del Océano Atlántico, lo que dio lugar a que todos los ríos gallegos comenzaran a excavar sus cauces en su camino hacia el mar: Atlántico o Cantábrico formando lo que ahora son las rías. Algunos geólogos piensan, sin embargo, que la cascada de O Ézaro se formó en época mas reciente, al comienzo del Cenozoico, hace 64 millones de años. Entonces empieza la colisión entre la Placa Euroasiática y la Placa Ibérica lo que da lugar a la elevación de la cadena Cantábrica visible principalmente en el norte de Galicia, donde formó la rasa Cantábrica.

Los geógrafos, los de la vieja y los de la nueva escuela, creen sin embargo que la cascada se formó por un violento movimiento sísmico. Se debe a un error de Manuel Murguía, que en 1888 ideó una teoría, ahora obsoleta y sin soporte científico, en la que partiendo de la descripción de Barros (1885) imagina que todo fue consecuencia de un seísmo de 1217, en lo que llamaba «Rio Ézaro» (sic), en Dumbría (está claro que se refieren al Xallas). Esta interpretación fue luego recogida por Ces Fernández (2015), que no dudó en incorporar el movimiento sísmico al Catálogo del Instituto Geográfico Nacional.

Los desprendimientos causados por el terremoto podrían haberse producido en la zona más al norte del Monte Pindo (Barros, 1885) por donde discurre el río Ézaro y donde a día de hoy está la cascada. Los bloques de piedra habrían bloqueado la salida natural del río (Barros, 1885), que acabó desembocando al mar en la cascada que continúa a día de hoy. En la descripción de Murguía eran «grandes rocas cuarteadas y desdeñosamente hacinadas, pérdida del nivel de la montaña que al hundirse por un lado perdió el equilibrio desplomándose sobre el estrecho valle rodando los escombros hasta la orilla del mar...». «La caída cambió en aquellos lugares no solo la faz del terreno sino también el álveo (cauce) del río el cual se desvía hoy verticalmente por uno de los acantilados de la costa» (Murguía 1888). Para cambiar el curso fluvial del río, el movimiento de rocas debió ser significativo (103-105 metros cúbicos). Por tanto, y suponiendo un origen sísmico para la caída de las rocas, la intensidad estimada para este terremoto sería de VII o superior. Tanto Barros como Murguía se basaron en el relato de una gacetilla, la Revista Popular de conocimientos útiles, del 8 de febrero de 1885, año VI, Tomo XVIII número 228.

Ana Garcia

Actualmente, la construcción de la pasarela turística para visitar la desembocadura de la cascada impide ver este antiguo desprendimiento de bloques que solo puede ser apreciado en las fotos previas a la pasarela. Es totalmente verosímil que en 1217, es un dato histórico con registro documental, se produjera la caída de rocas por un terremoto. Aunque es evidente que no consiguió desviar el cauce del río Ézaro, entre otras razones porque el Xallas sigue como lo hace desde 70 o 100 millones de años. La erosión del río formó el valle excavado en la roca y probablemente después con el ascenso de la Cordillera Cantábrica se levantó lentamente toda Galicia formándose la hermosa cascada del Xallas en Ézaro (solo se ve cuando llueve mucho). Luego, ya muy al final, en el siglo XIII (1217) un terremoto provocó la caída de los bloques que ahora aprovecha la pasarela turística hasta la cascada fluvial. Ninguno de los curiosos que va a visitar la cascada del Xallas sabe que se desplaza sobre los bloques que cayeron desde la ladera del Pindo hace 805 años.