ESPECIAL INDUSTRIA | Encontrar innovaciones en el sector de la conserva parece difícil, pero desde Carballo lo han conseguido
03 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.La innovación es una de las señas de identidad del grupo Calvo, nacido en Carballo y donde tiene su buque insignia, la factoría de A Revolta. Sin embargo, en un sector tan maduro y competido como el de las conservas y para una empresa tan reconocida como Calvo, encontrar novedades que puedan epatar y marcar las líneas del futuro no es nada fácil, aunque se trate casi de una obligación.
El sistema Real Peel del que surgió el vuelca fácil ha salido de la implantación de una nueva tecnología y ha supuesto una revolución en el sector. Ya casi ha sustituido en los lineales de los supermercados y en las casas a las latas tradicionales, que ahora se ven ya como una antigualla. Con el nuevo envase se ha conseguido facilitar mucho la vida a los consumidores, porque el atún sale solo al darle la vuelta y también contribuir al cuidado del medio ambiente, puesto que su fabricación es mucho más eficiente y supone un menor gasto energético, a la vez de emplea menos material. Además, el diseño permite la reducción de la cantidad de aceite de cobertura, que no aportaba valor al consumidor. De este modo se evita su desperdicio y posible impacto negativo sobre el medio ambiente.
En la fábrica esta novedad ha supuesto un cambio tecnológico muy importante por muchos motivos. Se han tenido que cambiar desde los dosificadores de líquidos hasta el sistema de cierre que ahora es por termosellado o la forma de mover las latas por la factoría. Desde la empresa aseguran que ha supuesto un reto industrial enorme.
La respuesta de los consumidores está siendo muy buena, ya que, después de todo, era algo que los propios clientes venían demandando. Querían una apertura más fácil, menos aceite y que no hubiera que recurrir al tenedor para sacar el producto que ahora, además, resulta mucho más presentable y apetitoso en el plato.
Un plan que se desarrolló en cuatro años
En el marco de la calidad y la eficiencia, uno de los hitos más importantes de los últimos años para la compañía ha sido el plan de transformación industrial de la fábrica de Carballo, que culminó hace dos años y que se inició en el 2016. Durante este tiempo, Calvo acometió un rediseño integral de la fabricación mediante la completa renovación tecnológica, automatización y digitalización de todos los procesos de la planta, lo que ha dado lugar a una factoría más competitiva, eficiente y flexible, lo que la ha puesto a la vanguardia de la industria conservera europea.
El primer resultado de esta transformación, que costó 30 millones de euros y mucho tiempo de trabajo, estudio, preparación y desarrollo, ha sido la tecnología, patentada, Real Peel, que dio lugar al sistema vuelca fácil, pero que ha abierto vías para nuevas innovaciones.
Otra de las grandes apuestas es la progresiva renovación y modernización de la flota, cumpliendo el compromiso de autolimitación de la capacidad pesquera. El año pasado se incorporó el Monteraiola, que lleva los más avanzados métodos de eficiencia energética. En este sentido destaca también el proyecto Argos, para la digitalización de la gestión de consumo de gasoil en los atuneros y congeladores, iniciado en el 2019.
Diecisiete objetivos para alcanzar la sostenibilidad
Desde hace dos años, el grupo Calvo avanza en la sostenibilidad con el plan Compromiso Responsable que establece 17 objetivos relacionados con los océanos, el medio ambiente y las personas. Se trata de reducir los consumos, de energía y agua, y, sobre todo, conseguir el residuo 0, con la valorización y el reciclaje de todos los desechos. Están muy cerca de lograrlo. También se incluyen buenas prácticas en la pesca.
