El agro ata los caballos y fía el futuro a los datos y la precisión

J. V. LADO CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

Ana García

Agricultura y ganadería en la Costa da Morte | Los GPS y los mapas de rendimiento vienen con fuerza y para quedarse

01 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La dinámica de los últimos años en la Costa da Morte, dominada de manera casi absoluta por la producción de forraje para la alimentación de vacuno de leche, marcaba unas líneas claras en cuanto a los aperos agrícolas: más ancho de trabajo, más velocidad y más potencia para mover todo eso. Es lo que indica la lógica de un sistema en el que ganan peso día a día las explotaciones grandes y las empresas de servicios. Necesitan cubrir un número creciente de hectáreas en campañas muy cortas donde las ventanas de oportunidad que da la climatología y los propios ciclos de los cultivos están tasadas.

La norma sigue siendo esa. Basta moverse por cualquier pista de la comarca en esta época de ensilado de hierba y siembra de maíz para ver el porte de las máquinas que se ocupan del grueso de la campaña. Sin embargo, tal como atestigua Victoria Pose, de Talleres Mata de Coristanco, «de dous anos para aquí, sobre todo as explotacións grandes están demandando cada vez máis tecnoloxías de precisión baseadas en mapas de rendemento». Esto no significa que haya desaparecido la «venta capricho» porque «o que é forofo de John Deere quere John Deere e punto», pero sí se miran bastante más cuestiones que tienen que ver con la rentabilidad y el uso efectivo que con lo impresionantes que puedan llegar a ser las prestaciones brutas de una máquina. De hecho, Pose detecta cierta obsesión por contar con una picadora de maíz —el buque insignia de cualquier empresa de servicios— «de 1.000 cabalos cando non lle sacas para nada o rendemento que pode dar e ao mellor cunha de 600 ou 700 chégache de sobra».

De ahí que en las explotaciones punteras se esté apostando por esa precisión que da una sembradora capaz de dividir una sola finca en zonas distintas y de forma automática regular el número de plantas de cada área en función de las características del terreno. Una práctica extensible al abonado o a la aplicación de fitosanitarios que ya es presente, pero cada vez está más claro que va a dominar un futuro marcado por la optimización.

«Se compras, por exemplo, unha tolva dianteira igual gastas 30.000 euros, pero tamén abonas e sementas o millo dunha pasada, non tés que ir á leira dúas veces, e ao prezo que está o gasóleo...», comenta Pose, quien también se refiere a como han cambiado las fórmulas en las que se adquiere la maquinaria. Por ejemplo, el alquiler para las campañas se ha convertido en una práctica muy extendida entre las empresas y tanto las ayudas públicas como las facilidades financieras determinan muchas veces las ventas.

Tractores | La clase media desaparece del mercado

El tractor doble tracción de 80-90 caballos de potencia, protagonista absoluto en la zona durante las últimas tres décadas, hoy es más una carga que un activo para quien trata de venderlo, como confirma el gerente de Agrícola Carlos de Carballo. «Case todo o que se move son o que se denominan froiteiros [tractores de dimensiones más reducidas] ata 100 cabalos ou se non xa cousas de 200-300 cabalos. De feito hai quen pensa cambiar a estes modelos máis pequenos, para anchos de traballo de 1,60-1,90 e con consumos máis axustados, pero quere que lle recollas o grande. Non podes, eu non podo polo menos, porque non tés a quen venderllo», explica el profesional, uno de los que más maquinaria de ocasión vende en la zona. En parte porque ya ha renunciado a la dependencia que supone atarse a las marcas para distribuir producto nuevo y porque también ofrece todo tipo de aperos. Por ejemplo, ahora detecta como las desbrozadoras de martillos, pese a que cuestan el doble, están compitiendo cada días más con las de cadenas.

Herramientas | Las baterías le comen terreno a la gasolina entre los usuarios domésticos

Una desbrozadora de batería era poco menos que una frivolidad hace nada y sin embargo hoy en día, sobre todo entre el cliente doméstico, se está abriendo camino junto a otras herramientas manuales como pueden ser los cortacésped, los cortasetos o incluso las motosierras. Este mercado crece día a día como atestiguan los distribuidores de Sthil, la marca alemana líder del mercado que ofrece la gama más amplia y que en la zona se puede encontrar en Rumacru de Carballo y Cee, Comercial Santi de Zas o en Jardinería Rial de Cabana, que también ofrece la marca Viking, con venta, alquiler y reparación, además de otros servicios como recambios agrícolas o montaje de neumáticos.

«O bum son os robots cortacésped, porque agora mesmo tés de todo, dende 900 euros a 5.000 e xa debemos levar uns 40 ou 50», explica Manuel Durán, de Rumacru, que tiene la categoría de distribuidor premium, lo que les obliga a mantener unos estándares de formación y de disponibilidad de producto en tienda muy elevados. Ahora bien, describe innovaciones por todos lados. Desde gamas profesionales con baterías de mochila para «traballar 12-15 horas seguidas», hasta un dispositivo para flotas que controla cuanto trabaja cada máquina o «a única motoserra do mercado con motor de inxección».

Al igual que Durán, Santiago Núñez, de Comercial Santi de Zas, solo trabaja con Sthil, «porque ten de todo, dende unha máquina de lavar a unha motoserra profesional para un madeirista» y, como hace él las reparaciones, por la respuesta del servicio técnico, porque «antes da pandemia pedía unha peza o luns pola mañán e o martes a mediodía tíñaa aquí».