Álvaro Castillo, ganador del concurso de Jóvenes Diseñadores de la Mostra do Encaixe: «Soy un admirador de los tejidos antiguos, amo la artesanía en general»

Patricia Blanco
PATRICIA BLANCO CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

basilio bello

Natural de Zaragoza, llevó a Camariñas «Remind», una colección con mensaje claro: superar tiempos difíciles. Su trabajo fue el más valorado por el jurado profesional. Era la tercera vez que participaba y la segunda que se subía al podio

19 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

En pleno viaje de regreso a su tierra, Álvaro Castillo Amondaray se confesaba todavía este lunes «en una nube». Su colección Remind se alzó con el primer premio del concurso de Jóvenes Diseñadores de la 31.ª Mostra do Encaixe de Camariñas, un certamen ya va por su 28.ª edición y al que concurrían este 2022 un total de 25 creadores noveles. Conoció el concurso en su día a través de una amiga, y era la tercera vez que se presentaba. La segunda, de hecho, que logra acceder al podio, en tanto que, en la edición del 2019, la última antes de la pandemia, logró el segundo puesto con Poetic. Álvaro tiene 30 años, es de Zaragoza y asegura que para nada se esperaba alcanzar el primer premio: «Con el nivel tan alto que había... estoy en shock». Alude al «valor» que aporta el encaje a una prenda: «Me gusta que haya un contraste entre lo moderno y lo antiguo. Soy un gran admirador de los tejidos antiguos, me gusta trabajar con tejidos sobrios. Amo la artesanía en general». Y saber, además, que en esa creación «ha trabajado un equipo de personas con mucho mimo».

Álvaro Castillo cree en una segunda vida para los tejidos. En Remind usó retales que habían sido de su abuela, fallecida cuando él estaba acabando el portfolio, pero también tejidos de otras colecciones que le habían sobrado e incluso algún trozo de excedente de fábrica. «Quise darle una vuelta a eso de crear una colección con tantos metros a los que después no vas a volverle a dar más uso», reflexiona. El joven incorporó, además, un guiño a su tierra («de dónde vengo y a dónde voy») empleando entre los elementos de sus propuestas cintas del Pilar. 

«Superar tiempos difíciles» es, explica, el mensaje clave que ha querido trasladar con Remind. Evoca en las piezas de esta colección recuerdos de la infancia, lugares en los que ha sido feliz, en forma de paisaje y naturaleza. Indica que, en tiempos de confinamiento, sufrió mucha ansiedad, y esta fue una vía de tratar de superarlo, de ser positivo. Una época que lo marcó y que incorporó a los trabajos que llevó a la Mostra a través del uso de la mascarilla. Todo en perfecta coherencia. Un cuadro de Magritte supuso para él, detalla, el inicio de toda esta estética, en la que muestra «el surrealismo de lo que estamos viviendo», la realidad superando a la ficción. Su afán de transmitir esta idea, además de por supuesto el empleo del encaje, es lo que lo llevó a volver a Camariñas: «Pero para nada me imaginaba haber sido capaz de crear tanta armonía». Su galardón ha sido de 2.100 euros y lo recibió sumamente emocionado. 

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«El diseño es mi hobby. No he ido a ninguna escuela de diseño de moda, he estudiado patronaje y en el resto soy autodidacta», dice. Su profesión, de hecho, va por derroteros diferentes: «Soy mozo de almacén en logística. Pero en realidad nunca he dejado de crear. Es lo que me llena, pero me gusta crear sin estar condicionado por nada ni por nadie, y ahora mismo, como ocurre en general con las disciplinas artísticas, me sería difícil poder vivir solo de esto».

Romper estereotipos

Sus trabajos ya han estado presentes en un par de ediciones de la Aragón Fashion Week, un encuentro a nivel nacional e internacional, y se declara «muy, muy ilusionado» porque volverán a contar con él —también estará Lomba, por ejemplo— y podrá llevar los trabajos hechos para Camariñas. Será, dice, como «una segunda parte», Participarán también otros dos «paisanos», Enrique y Sara, a los que introdujo asimimo en el concurso de la Mostra: «Hacemos como un hilo y vamos intentando promoverlo sin querer».

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Califica el paso por la Mostra do Encaixe como «experiencia única»: «Aunque nuestras colecciones son anónimas cuando se suben a la pasarela, solo la posibilidad de dar visibilidad a tu trabajo te ayuda a crear tablas. Y a nivel currículo es muy importante». Asegura que le relaja escuchar el sonido de las palilleiras y, sobre todo, ver cómo el oficio va pasando de generación en generación: «Estoy seguro de que el encaje no se va a perder, y eso me da tranquilidad». Dentro del terreno de la afición, Álvaro tiene también una marca de ropa, Zurdo. Prendas para «las personas», para todos, sin distinguir hombre o mujer: «Estar condicionado a llevar algo concreto no va con mi filosofía. La palabra lo dice, Zurdo, diferente, me gusta romper estereotipos». Cortes originales, arte más allá de la comercialización.