Tres días para limpiar más de 25 toneladas de basura de la Mikaela de Buño

m. r. CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

CEDIDA

Desde el Concello de Malpica prevén acabar hoy con la recogida de los restos del macrobotellón celebrado el pasado sábado con motivo de la fiesta

05 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La Mikaela de Buño concentra toda su actividad en una sola jornada, la que se llevó a cabo el pasado sábado. Lo cierto es que los efectos de la celebración duran muchos más días. De hecho, son visibles y palpables. Son los restos del macrobotellón que llevaron a cabo miles de jóvenes por todo el pueblo y que, fruto del incivismo, acabaron tirados en calles, prados e, incluso, propiedades privadas.

La propia jornada de la fiesta, usuarios de Aspaber y operarios del Concello de Malpica limpiaron algunos de los residuos. No obstante, el viento está dificultando este año las tareas, pues, zonas que ya habían quedado acicaladas, volvieron a llenarse de plásticos, sobre todo, arrastrados por la fuerte corriente. Lo cierto es que los trabajos continuaron durante el día siguiente, el domingo, y ni así hubo manera de dejar la villa oleira limpia de una vez por todas.

«O deste ano foi horrible», dice el concejal de Medio Ambiente, Miguel Fernández, en referencia al incremento de basura debido a los datos récord de asistencia, si bien el problema sigue siendo el mismo: el incivismo de la gente. Durante ayer, lunes, los trabajadores seguían recogiendo objetos de cristal, entre otros muchos, y todavía se estimaba que fuese necesario regresar hoy martes para acabar con la tarea.

También la propia asociación organizadora del evento, conocedora de las cantidades ingentes de residuos que acaban en el suelo, se encarga cada año de contribuír en estas labores el día después. Mismo distribuye, asimismo, colectores varios en los puntos de mayor afluencia para tratar de que los fiesteros colaboren en este sentido.

ANA GARCÍA

Propiedades privadas

En el consistorio estiman que el descaro de los asistentes se tradujo en números en más de 25 toneladas de suciedad. Las vías y aceras principales se adecentaron ya en la madrugada del domingo, asegura Fernández, quedando las cunetas y otras zonas para las jornadas siguientes. Cosa distinta son las propiedades privadas como las viviendas, en las que son los propios dueños los que deben hacer un esfuerzo extra para dejarlas como estaban antes de producirse la avalancha de la desvergüenza. Orines, heces y destrozos completan la oferta variada del descaro.

Entre los vecinos, hay de todas las opiniones sobre la fiesta y critican la actitud de los visitantes. Algunos de ellos sufrieron daños en ventanas y macetas.

ANA GARCÍA

Las claves

Este no es un problema que ocurre solo en la Mikaela, sino en todas las verbenas, festivales y botellones de la comarca. Los culpables no son otros más que el sin sentido y la incoherencia de los visitantes. En todo caso, no estaría de más incidir desde las organizaciones de los eventos en la concienciación con carteles o mensajes por megafonía en la propia jornada, y a través de sus perfiles en las redes sociales en los días previos. Desde el Concello de Malpica dicen que ya han probado numerosas soluciones sin resultado. La más fácil y lógica es evidente: con que cada persona recoja la basura que genera basta, pero hay otras, también con sus pros y contras.

Contenedores. No suelen usarse y deben estar señalizados.

Baños. Su uso incívico espanta a otros posibles usuarios.